Panorama negro para el “salvaje del fusil”
Una campera y un tapaboca que le fueron incautados son similares a los que usó uno de los delincuentes que robó una casa en La Plata, también armado con un arma parecida a la que llevaba Gambini.
Cada vez más comprometido: ese es la frase que resume a la perfección la actualidad judicial del peligroso criminal Christian Martínez Gambini (34). El mismo fue apresado el viernes con al menos cuatro pedidos de captura en su haber, durante un tiroteo con agentes policiales en el barrio de San Carlos. El acusasdo se negó a declarar ante los tres fiscales que estudian sus causas.
En las últimas horas, voceros judiciales indicaron que las prendas que le fueron incautadas están siendo analizadas y comparadas con las imágenes de uno de los robo bajo la modalidad de entradera. Allí se ve a uno de los delincuentes que participó con vestimenta similar y manipulando un arma al que le fue incautada al imputado, un fusil automático liviano.
Tras su captura, los detectives intervinientes le secuestraron una campera, un tapabocas y un FAL. Estos tomaron mayor dimensión cuando se compararon con las imágenes obtenidas por una cámara de seguridad ubicada dentro de una vivienda que fue asaltada este año.
Allí se ve nítidamente a un hombre que circula por el inmueble, con ropas similares (o las mismas) y un arma larga. De hecho, en el ataque comando al Banco Industrial de 15 entre 58 y 59, a fines de septiembre, uno de los componentes de la banda de los atracadores manipulaba esa misma metralleta.
¿Significa eso que es Gambini el responsable de los tres hechos? No, pero sí es material que le juega en contra y que ya está en poder de la Justicia, indagado por un crimen, tres tentativas de homicidio y una treintena de robos en diferentes puntos de la ciudad.
Como si fuera poco, el celular que poseía al momento de su aprehensión también está judicializado y las fuentes consultadas aseguran que allí dentro puede haber material de interés. Pero hasta el momento, Marcelo Martini, de la UFI 3, a cargo la investigación de la persecución con el enfrentamiento armado del viernes, aún no decidió peritarlo. De hecho, el fiscal lo interrogó el domingo por los delitos de “resistencia a la autoridad, tenencia ilegal y abuso de arma de guerra” pero el imputado optó por el silencio. Inmediatamente después declinó su competencia en la causa, pidiéndole al juez de Garantías Eduardo Silva Pelosi que envíe el expediente por la detención a los fiscales Marcelo Romero o Álvaro Garganta, quienes llevan a cargo las otras causas.
En su argumento, dictaminó que esas fiscalías, la 6 y la 11, ya venían trabajando con las causas de los pedidos de detención, y son presuntos delitos más graves que los que se les imputa ahora.
Traslado
Se esperaba que al sujeto, quien tiene domicilios registrados en Berisso y Ensenada lo trasladaran ayer de la comisaría Novena donde se encuentra alojado. La intención eratrasladarlo hasta un penal con reos comunes, posiblemente al de Magdalena. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición aún no se había materializado el trámite judicial.
Él fue sorprendido por los numerarios de la subcomisaría La Unión a bordo de un BMW en 520 y 143.
