Una noche de terror en el hospital de Romero

Desde el momento en que Christian Gambini Martínez ingresó con dos heridas de bala al hospital de Romero, todo allí fue un caos

Desde el momento en que Christian Gambini Martínez ingresó con dos heridas de bala al hospital de Romero, todo allí fue un caos. Para empezar, llegaron con él cuatro patrulleros y los vigilantes se vieron en la obligación de rodear el pabellón 5, desplegando un operativo policial pocas veces visto en el lugar.

El episodio de la ambulancia particular con los falsos enfermos y médicos que fueron en búsqueda y rescate del implicado no fue el único suceso anormal, sino que lo siguió otro de aspecto menos espectacular pero igual de grave.

“No solo hubo un intento de rescatarlo, sino que después de que pasara lo que pasó con la unidad sanitaria llegaron dos personas en una moto. Se bajaron y una dijo que se tenía que hacer atender, porque le dolía mucho el pecho. Se le explicó que primero debían tomarle la fiebre, revisar que no estuviera armado y recién después sería visto por un profesional”, le contó en exclusiva a este medio un trabajador del nosocomio, quien prefirió no identificarse.

Continuó: “Pero, al oír eso, dejó la moto al costado de la 520, se alejó y se puso a hablar con la familia del detenido. Era mentira eso de que se quería hacer atender. Vino a probar a ver si podía pasar. Así, hubo otros dos sucesos parecidos. Venían a sacarlo, estaban dispuestos a todo”.

Y culminó aseverando que “hubo muchísima gente anoche (por la noche del viernes). Fue un despliegue tremendo. En los casi 20 años que llevo acá dentro, vi cosas, pero esto así de querer rescatar a un detenido baleado, nunca”.

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