Romero fuera de control: ruidos, peleas y tiros en la noche
Los frentistas aseguran que hay una banda que produce desmanes y ya no saben qué hacer para terminar con este calvario.
Los residentes de la zona de calles 172 y 521, en la localidad de Melchor Romero, enfrentan una situación crítica cada noche. El ruido incesante de motocicletas, sumado a peleas y discusiones, transforma la tranquilidad del barrio en un ambiente de tensión y miedo.
Una vecina, con el objetivo de visibilizar el problema, grabó un video desde su hogar que muestra la alarmante realidad que viven a diario. Los gritos y el sonido de motores se han convertido en una constante, mientras que algunos testimonios revelan la presencia de disparos en ciertas ocasiones.
Los relatos de los vecinos indican que muchos de los involucrados en estos disturbios parecen estar alcoholizados y relacionados con la compra-venta de sustancias. Esta situación genera un sentimiento de inseguridad creciente entre quienes habitan en la zona.
A pesar de las numerosas quejas dirigidas al municipio y a la policía, la comunidad observa con desilusión la falta de acciones concretas para abordar el problema. Una frentista, visiblemente frustrada, señala al delegado de Melchor Romero, acusándolo de inacción y sugiriendo que "conoce a todos" los involucrados en los disturbios.
La comunidad exige urgentemente atención y soluciones que restauren la paz en el vecindario. Entre las demandas se encuentran medidas para controlar el ruido nocturno, prevenir peleas y disparos, combatir la venta de sustancias y garantizar la seguridad ciudadana.
La ausencia de respuestas efectivas por parte de las autoridades incrementa el descontento y la preocupación entre los residentes, quienes esperan que su clamor por un entorno más seguro y tranquilo no caiga en el olvido.
En Villa Elvira
Por su parte, vecinos de Villa Elvira hicieron llegar su enojo con una situación que los tiene en vilo desde hace meses y es que cada fin de semana hay fiestas clandestinas donde llegan cerca de 200 personas.
Sucede en la zona de 116 bis y 603, donde todos los domingos se juntan a jugar al fútbol y luego de eso, cortan la calle, ponen música y se hacen fiestas hasta altas horas de la madrugada. Lejos de ser solo eso, también aseguran que hay ocasiones donde se escuchan disparos y ya hubo cantidad de personas apuñaladas.
“Viene desde antes de la pandemia, ya no sabemos con quién hablar”, manifestaron los frentistas, quienes estaban completamente indignados y aseguraron haber hecho infinidad de reclamos a las autoridades y que “nadie da respuestas”.