Salvaje robo a un reconocido comercio céntrico

Los ladrones protagonizaron en las últimas horas un violento y audaz robo en un reconocido local del centro platense. Del lugar escaparon con una gran cantidad de mercadería, todo el dinero de la caja registradora y un celular, informaron ayer fuentes policiales.

Todo ocurrió a plena luz del día, cuando alrededor de las seis de la tarde del martes se acercaron dos motochorros hasta una de las sucursales de Mateu, ubicada en ­diagonal 80 y calle 47. Entraron justo cuando no había clientes y encañonaron a los seis empleados presentes, amenazándolos en todo momento.

Los obligaron a bajar por una escalera y los retuvieron en un descanso que no tiene vista al público, por lo que nadie desde el exterior podía ver lo que ocurría. Una vez allí, el más violento de los cacos le pegó con la pistola a una de las víctimas, en la cabeza. “Fue un golpe tremendo”, contó luego un compañero, todavía conmocionado por lo sucedido.

Poco patrullaje

A partir de ese momento, y ya con la situación completamente dominada, se dividieron los roles. Así, uno fue hasta el depósito del comercio y se apoderó de una gran cantidad de mercadería, mientras que el otro se dirigió hasta la caja, de la cual sacó todos los billetes, y agarró también el celular de la empresa.

Con el botín en su poder, procedieron a darse a la fuga, pero insólitamente cuando estaban haciéndolo pasaron por las perchas de exhibición donde estaban las camisetas de fútbol y las remeras de Gimnasia y Esgrima La Plata. Sin pérdida de tiempo, las agarraron todas y recién ahí escaparon.

También fue llamativo que no pidieron ni buscaron bolsas para meter todo lo robado dentro, sino que subieron al ciclomotor en el que llegaron y quien iba como acompañante acomodó todas las prendas apretándolas contra su pecho. Tomaron por diagonal 80 y se perdieron de vista, sin que hasta el momento, y pese a la cantidad de horas transcurridas, se sepa algo de ellos.

A los empleados de la sucursal les llamó poderosamente la atención que el atraco justo ocurrió el día que no viene a trabajar el guardia que se encarga de la seguridad. El hecho quedó registrado en una cámara del local, que está siendo analizada ahora por los agentes de la fuerza para ver si pueden dar con los responsables, de quienes lo único que se sabe es que eran “jóvenes”, de acuerdo a las víctimas.

Por su parte, los vecinos de esa zona, sobre todo los que tienen locales o viviendas en diagonal 80, aseguraron que “ya no se puede estar tranquilo, porque no ves patrulleros ni caminantes. Aparecen cada tanto, y después estamos a la buena de Dios”.