Salvaje robo a una joven en El Mondongo, que permanece impune
La víctima fue sorprendida por cuatro motochorros, mientras circulaba en su bici. La arrastraron por el piso y le sacaron todo.
Otro violento robo se vivió en las últimas horas en el castigado y olvidado barrio El Mondongo, y en esta oportunidad la víctima fue una joven que fue abordada por cuatro motochorros. Además de perder sus pertenencias, también sufrió golpes y todavía se encuentra profundamente conmocionada, señalaron ayer fuentes policiales.
El gravísimo episodio de inseguridad en las calles de nuestra ciudad se registró alrededor de la 1:30 de la madrugada en la zona de 116 y 63. Allí, la damnificada, que circulaba en bicicleta, fue sorprendida por cuatro salvajes a bordo de dos motos.
De pronto, le interrumpieron el avance, la acorralaron y la amenazaron para que entregara todos sus elementos de valor y el dinero que llevaba consigo. Los vecinos, indignados, explicaron que los malhechores arrastraron a la chica por le piso, generándole lesiones que, por fortuna, no revistieron gravedad.
Poco después, los implicados le quitaron la plata que tenía y otros elementos que consideraron de interés y se dieron a la fuga en los rodados. Se perdieron rápidamente de vista y hasta el cierre de esta edición permanecían en la clandestinidad.
Vecinos sí, policías no
A los gritos, ella logró llamar la atención de los frentistas, quienes salieron de sus hogares para asistirla, tarea que debió ser implementada por los agentes de la comisaría Novena, de haber estado en el lugar.
Para cuando llegaron, varios minutos después, ya era tarde; nada se sabía de los malvivientes, a quienes no pudieron capturar. Para intentar dar con ellos, se analizan las cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, de la zona. A la vez, analizan si se cometieron otros casos similares antes y después del ataque en El Mondongo, como se especula.
“Nunca se conforman con una sola víctima, al contrario. En una sola noche pueden atacar a decenas de personas”, admitió un jefe policial.