Salvajes robos en diferentes puntos de La Plata

En uno de los sucesos, un ladrón tiró a patadas una puerta y ganó el interior de una vivienda de 66 y 21. Quedó registrado en una cámara de seguridad, pero sigue libre. El otro robo ocurrió en El Mondongo.

Una madre y su pequeño hijo fueron las nuevas víctimas de una brutal entradera, que tuvo lugar ayer a la madrugada en las inmediaciones de la plaza Sarmiento. Fue protagonizada por un solitario delincuente, quien ingresó a la vivienda a las patadas y escapó poco después con dinero en efectivo y diferentes pertenencias, informaron fuentes policiales.

Todo tuvo lugar cuando el hampón se acercó hasta una vivienda emplazada en la calle 66 entre 20 y 21, en momentos en que adentro se encontraban durmiendo una mujer y su niño. El hecho quedó registrado en una cámara de seguridad, en la que se ve cómo el malviviente, con una gorra que ocultaba parcialmente el rostro, le dio patadas a la puerta hasta abrirla.

Luego, en menos de 40 segundos, atacó a los damnificados y, bajo amenazas, dominó la situación. Con el panorama liberada, recorrió las instalaciones bajo el grito de los perjudicados y se alzó con al menos $20.000 en efectivo y otros elementos que consideró de valor. Con todo eso, huyó con rumbo desconocido y hasta el cierre de esta edición nada se sabía de él.

El ilícito duró menos de un minuto y hasta el cierre de esta edición las autoridades de la comisaría Quinta, con jurisdicción en la zona, analizaban las grabaciones para ver si pueden dar con el responsable.

Los frentistas del área aseveraron: “No se trató de un caso aislado y acá, por más que roten a los comisarios cada tres meses, nada cambia. Nadie nos cuida: no se ve un solo patrullero y cuando llamás al 911, ni vienen”.

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En 1 y 69

Un caso similar se produjo la mañana del domingo en 1 entre 68 y 69, cuando un malhechor ganó el interior de una propiedad alrededor de las 6:15. El dueño del lugar relató que el delincuente entró a la habitación de su hijo cuando él descansaba, situación que, aseguró, no se la saca “más de la cabeza”.

Lo más paradójico fue que el autor hizo dos viajes, en los cuales fue llevándose todo lo que encontraba a su paso. “Es de la zona, porque entre un hecho y el otro no tardó más de dos minutos. Lo encontramos adentro de mi casa, pero se nos escapó el muy rata. Ya lo vamos a encontrar”, culminó la víctima.

Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no había novedad alguna sobre su paradero, mientras que los vecinos refirieron: “La zona está totalmente liberada y ya no sabemos qué hacer para que nos escuchen”.

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