Se realizaron cinco allanamientos por el crimen del remisero

El dramático caso de José Francisco Barboza, el remisero de 39 años que fue hallado sin vida en la localidad platense de Abasto, sigue su curso. En ese marco, se llevaron a cabo un total de cinco allanamientos en los que los investigadores incautaron material de interés para la causa. Por el momento, la pesquisa se sigue con total hermetismo y se espera que en las próximas horas haya novedades.

Al respecto, se realizaron sendos procedimientos en la ciudad de Florencio Varela, en los que los efectivos policiales secuestraron teléfonos y computadoras que serán sometidos a distintas pericias. El objetivo es encontrar algún dato fehaciente que permita esclarecer el homicidio, cuya primera hipótesis es que podría haberse tratado de un ajuste de cuentas, aunque no se descartan otros móviles.

Uno de los operativos tuvo lugar en el domicilio del propio Barboza, mientras que los restantes se efectuaron en la casa de la hija de su esposa, en la vivienda del novio de ella y en otras dos propiedades que ya habían sido allanadas. De dichos lugares se incautaron varios aparatos electrónicos y demás elementos que serán sumados a la causa en la que instruye la fiscal platense Eugenia Di Lorenzo.

Cabe recordar que el cuerpo del hombre fue encontrado a la vera de la ruta 36 y la calle 416, luego de que permaneciera desaparecido durante varios días. La última vez que había sido visto fue cuando salió de la finca en la que vivía en la localidad de Bosques, con dinero en efectivo que presuntamente estaba destinado para la compra de un automóvil.

Sin embargo, luego fue encontrado sin vida, con signos de haber sido asfixiado y con varios golpes, pero lo que más llamó la atención de los investigadores es que el cadáver estaba envuelto en una alfombra y tenía colocado un moño de regalo. Este último detalle es lo que hace sospechar a los detectives que podría ser un mensaje con tinte mafioso.

Otro dato clave a esclarecer

A su vez, los investigadores también buscarán esclarecer si el lugar en el que fue encontrado el cuerpo ya había sido rastrillado durante la búsqueda de Barboza o si, por el contrario, sus homicidas lo mantuvieron guardado en algún otro lugar para luego arrojarlo allí, mientras que el crimen habría ocurrido en otro sitio aún a determinar.

Por lo pronto, no está acreditado que el hombre haya salido de su casa a comprar el vehículo y es por este motivo que se trabaja sobre los contactos telefónicos que mantuvo en los días anteriores a su desaparición.