Un cura sufrió una salvaje entradera en su casa de La Plata
Tiene 80 años y fue sometido a una golpiza junto a su cuidadora. Actuaron dos ladrones, quienes se dieron a la fuga con dinero y hasta un sagrario.
Un cura platense y su cuidadora fueron salvajemente golpeados durante una entradera que tuvo lugar en las últimas horas en pleno casco urbano, y, pese a la extrema gravedad del suceso, las autoridades de la Fuerza todavía no pudieron localizar a los implicados, que escaparon con diferentes elementos de valor y hasta el cierre de esta edición permanecían prófugos.
Los delincuentes ganaron el interior de una casa emplazada en las calles 62 entre 24 y 25 el pasado sábado, donde estaban dentro el sacerdote, de 80 años, y su terapeuta y cuidadora, de 58. Armados con pistolas, los amenazaron y les exigieron las pertenencias, además de dinero en efectivo.
Con el fin de que sus peticiones sean obedecidas, no dudaron en someter a una paliza a los damnificados, quienes sufrieron todo tipo de golpes y fueron maniatados. Finalmente los intrusos encontraron $25.000 en efectivo, de los que se apoderaron junto a un iPhone, valijas y hasta un sagrario.
Con todo, y conscientes de que no encontrarían nada más en el lugar, resolvieron darse a la fuga con rumbo desconocido, en un vehículo en el que cargaron todo lo sustraído. Hasta el momento no fueron localizados, y los agentes de la comisaría Quinta, con jurisdicción en la zona, analizan diferentes cámaras de seguridad para ver si en alguna quedó registrada la huida de los responsables.
Peritos en la escena
En tanto, las víctimas debieron recibir asistencia médica debido a las heridas de consideración que sufrieron durante el atraco. Por fortuna, los galenos que llegaron en una ambulancia determinaron que las vidas de ninguno de los dos corrían peligro, y no fue necesario trasladarlos a un hospital.
Peritos en Rastros de la Policía Científica fueron convocados a la escena para que lleven a cabo sus tareas de rigor y así dar con los malvivientes. Sin embargo, no hubo mayores novedades y nada se sabe de ellos.
Tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción penal en turno, que caratuló la causa como “robo agravado por el empleo de arma de fuego”.