Violencia, robo y milagro en una carnicería de Berisso
Dos delincuentes en moto asaltaron el comercio y, antes de irse, uno de ellos disparó ante las víctimas, aunque de milagro no hubo que lamentar heridos.
Un nuevo hecho de inseguridad, que afortunadamente no terminó en tragedia, ha indignado a los vecinos de Berisso. Según un testigo, el ladrón intentó cubrir su huida disparando su arma, pero la bala no salió.
El asalto ocurrió en un negocio ubicado en las calles 76 y 124, alrededor de las 9. Un ladrón ingresó a una carnicería local y, tras amenazar de muerte a uno de los empleados, se llevó un celular y dinero de la caja registradora.
Antes de huir, el delincuente intentó disparar su arma, pero afortunadamente la bala no salió y no hubo que lamentar víctimas fatales. Sin embargo, este incidente ha provocado la ira de los vecinos, quienes están cansados de los robos constantes y exigen una mayor presencia policial en la zona.
Además, los vecinos señalaron que en la “placita” de 122 bis y 77, unos motochorros asaltaron a un joven y lograron escapar. Aunque los investigadores de ambos casos ya han recogido testimonios de varios testigos, hasta el momento no se ha detenido a ningún sospechoso.
Este creciente problema de inseguridad ha dejado a los residentes de Berisso en un estado de constante miedo y frustración. Los frentistas esperan que las autoridades tomen medidas inmediatas para garantizar su seguridad y prevenir futuros incidentes de este tipo.
Los comercios, desprotegidos
Como bien informó este multimedio, menos de un minuto necesitó un grupo de delincuentes para, literalmente, saquear un kiosco ubicado en pleno centro platense. Fueron por lo menos cuatro personas las que actuaron, de las cuales al menos uno portaba un arma de fuego con la que amenazaron al empleado.
El asalto sucedió durante la madrugada de ayer en un comercio ubicado justo frente a la plaza Paso y, para poder ingresar, los ladrones destrozaron a patadas el vidrio de la puerta. El hombre que estaba atendiendo en ese preciso instante poco pudo hacer, ya que, apenas ingresaron, los malvivientes se abalanzaron sobre él y lo intimidaron.
Primero entró uno de los integrantes de la banda criminal, quien enseguida se dirigió hasta la caja registradora y empezó a tomar todos los billetes que estaban guardados allí. Pronto apareció en la escena uno de sus cómplices, que exhibió una pistola que luego guardó entre sus ropas para poder agarrar la mercadería con mayor facilidad.
Acto seguido ingresó una chica que, al igual que el resto, arrebató golosinas que estaban en los exhibidores y hasta se tomó el tiempo de sacar algunas botellas de gaseosa de la heladera. Si bien hasta el momento los sospechosos no fueron identificados, se presume que podría tratarse de un conjunto de menores que ya han atacado en la zona.