Alfaro pone a prueba a Colombia y Brasil se mide con Paraguay

La agenda de la Conmebol propone dos grandes partidos que tendrán como finalidad empezar a definir el futuro de los equipos del Grupo D del certamen.

En la continuidad de la fase de grupos de la Copa América de Estados Unidos, este viernes no habrá descanso: la agenda de la Conmebol propone dos grandes partidos que tendrán como finalidad empezar a definir el futuro de los equipos del Grupo D del certamen.

Por un lado, la Costa Rica de Gustavo Alfaro, el exentrenador de Gimnasia y Boca entre otros equipos del fútbol argentino y quien supo clasificar y dirigir a Ecuador en la última Copa del Mundo, se medirá con Colombia.

Este partido se jugará a partir de las 19 y promete ser una de las principales atracciones del viernes, ya que los costarricenses vienen de sacarle un punto a Brasil en la primera fecha y en el caso de que los cafeteros puedan conseguir la segunda victoria se van a clasificar a los cuartos de final de la Copa.

Para este compromiso, Alfaro adelantó que usará la misma estrategia que implementó para el primer partido contra Brasil y que le dio tan buenos resultados cosechando elogios de la prensa del país que en la actualidad le toca dirigir.

Claro que otro empate no le terminaría cerrando del todo a Costa Rica, ya que de darse ese resultado llegaría obligada a ganarle a Paraguay en la última fecha para pelear un lugar en la clasificación a los cuartos de final.

En segundo turno, y con toda la presión de intentar ganar su primer encuentro en la Copa tras empatar sin goles en el debut, Brasil medirá fuerzas con Paraguay. Este otro encuentro de la zona D se jugará con la tensión de una final, ya que los dos dependen de una victoria para mantener vigentes las aspiraciones de seguir adelante con una clasificación a partir de lo que ocurra con los resultados de la tercera fecha de la fase de grupos.

Paraguay perdió con Colombia y en el caso de ganar no tendrá ni siquiera asegurado el pasaporte a la próxima fase. Eso sí, si ganan los guaraníes dejarían prácticamente eliminado a Brasil, en un escenario hipotético de batacazo inesperado por las expectativas que siempre genera la Selección brasileña.

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