Argentina no tuvo su mejor partido y pagó caro los contragolpes

En el primer tiempo disputado en San Juan, el encuentro fue mucho más peleado que jugado y fue realmente una batalla táctica. Los nigerianos, por su parte, intentaron cortar los circuitos de juego de Argentina que pasaban en los pies de Federico Redondo y así, anularon el el mediocampo albiceleste. No hubo demasiadas aproximaciones peligrosas por parte de ambos, pero Valentín Barco se destacó por su lucha y poco de fútbol.

Así las cosas, en la ofensiva de esta parte del partido Alejo Véliz fue el que más intentó lastimar en ­conjunto con Valentín Carboni y Luka Romero, que buscaban conectar con el de Rosario Central. No hubo caso y al descanso todo se fue sin goles, pero con la necesidad de intentar crecer y mejorar en el dominio del balón.

En el complemento, el conjunto de Javier Mascherano salió decidido a ir a buscarlo y puntualizó en lo que correspondía. Romero más suelto, intentó conectar con los delanteros para poder romper el cero, pero esto tenía consecuencias, porque de contragolpe y cuando iban 12 minutos, los nigerianos avisaron. Luego, increíblemente Giay salvaría a Argentina, pero la tercera sería la vencida y con una defensa mal parada, el combinado de verde enmundecía el Bicentenario de San Juan con Ibrahim Muhammad, que abriá la cuenta.

Con esto y con el público a favor, seguiría intentando el empate de varias maneras, con centros, disparos desde afuera y hasta el palo le dijo que no, pero lamentablemente, todo volvería a derrumbarse. Cuando quedaba poco y nada para el final, Giay perdería una pelota en el área propia y el rival, al todo por el todo, se encontraría nuevamente con la ventaja, esta vez definitiva y final, con la palomita de Rilwanu Sarki.