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Cuando el fútbol “le ganó” a la pandemia

Como si estuvieran en una realidad paralela, los hinchas de ambas selecciones aprovecharon la previa para ponerle color a la final en el Maracaná. Hubo aglomeración en la puerta del Maracanazinho para el retiro de entradas, pocas restricciones y muchos abrazos.

Brasil - Enviado Especial

El folklore futbolero apareció sobre el cierre. A diferencia de lo que sucedió durante toda la Copa América 2021, el color de los hinchas cobró vida en la final del torneo continental. Si bien en Brasil la pandemia deja el tendal, pareciera que si de fútbol se trata, todo vale. Muchos pedían hinchas, pero ¿a qué costo? La resolución dictada por la Alcaldía de Río permitió el 10% del aforo en la casa de la final. La Asociación del Fútbol Argentino entregó los boletos en la Embajada Argentina en Río el viernes, mientras que ayer se otorgaron en el Maracanazinho. En total, 2.100 fueron las almas argentinas privilegiadas que pudieron observar semejante espectáculo deportivo.

Del otro lado, los brasileros tenían la ventaja de ser locales y contar con más entradas. En ese sentido, debido a la alta demanda de tickets, ya que eran gratis y solo se debía presentar el examen PCR con resultado negativo y ser residente argentino en Brasil, la distribución fue un verdadero caos y la gente se expuso al virus. Algunos esperaron desde las 8 de la mañana hasta las 18. El proceso de acreditación fue lento e hizo que los hinchas se impacienten y empujen para que abran las puertas. En tanto, para ingresar al estadio debieron aguardar hasta dos horas antes del partido.

El color de las hinchadas en la previa

En la previa al duelo por el título entre Brasil y Argentina, todos los hinchas se reunieron desde temprano en el ingreso del Maracaná. El “Brasil, decime qué se siente”, el “Que de la mano de Leo Messi”, y tantos otros cantos, se volvieron a escuchar en las afueras del estadio que albergó el último encuentro del certamen. Como en 2014, esta vez con menos cantidad de aficionados, los argentinos coparon las cercanías al estadio y le pusieron lo que le faltaba a la Copa, el color de los hinchas. Tan es así, que durante el retiro de las entradas hubo duelo de hinchadas y algunos encontronazos aislados entre hinchas de Argentina y Brasil, que no pasaron a mayores.

Lo llamativo fue que tanto los fanático brasileños, como los argentinos debieron reunirse en el mismo lugar para el retiro de los tickets. En definitiva, el fútbol “le ganó” a la pandemia, como si nada pasara, el color reapareció y el show continuó.

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