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El Bosque recuperó su mejor color
La gente de Gimnasia, con la sana costumbre de poner fiesta en cada partido del Lobo, se hizo sentir en la calurosa tarde del Zerillo. El pedido de justicia por “Lolo” Regueiro, el reconocimiento a los campeones de la Centenario y todo el color de una tarde azul y blanca.
"El Bosque a oscuras es una locura” reza un conocido himno del rock nacional. La hinchada de Gimnasia sabe de proezas y el fuerte sol que azotó a la ciudad de La Plata no detuvo a los Triperos, que colmaron las tribunas del estadio Juan Carmelo Zerillo para reencontrarse con el equipo de sus amores y recibir al ídolo, Chirola Romero, con el amor que merecía.
Por supuesto, bancar a Chirola es bancar a los pibes. Los juveniles de Gimnasia serán los encargados de poner el pecho en el primer semestre del presente 2023 y por ello no pudo faltar el “vamos, vamos los pibes” de los cuatro costados del Bosque.
“Amor a cambio de nada”, uno de los lemas que rezaba una de las tribunas ubicadas en la cabecera que da a la avenida 60 reflejó en sentir de muchos hinchas, que a cuatro meses de la feroz represión sufrida en octubre pasado no olvidaron a “Lolo” Regueiro y le dedicaron banderas, cánticos y un constante homenaje. Para mantenerlo presente y seguir pidiendo justicia por él.
La previa también la marcó también el merecido homenaje a los campeones de la Copa Centenario. Jugadores, dirigentes y uno de los técnicos de la gesta, Carlos Alberto Ramacciotti, fueron agasajados por la actual Comisión Directiva y posaron con una bandera de la época. Y si hablamos de copas, por supuesto que la réplica de la del Mundo se hizo presente en el campo de juego del Juan Carmelo Zerillo como en todos los estadios, para dejarle bien en claro al mundo que de nuestra tierra se gestó la tercera estrella de la Selección Argentina.
El partido fue un canto al aliento, los hinchas se ilusionaron con los primeros 45 minutos del equipo de Chirola, dónde el Lobo mereció la ventaja en repetidas oportunidades y sintieron el balazo que significaron los dos goles del Halcón en tan solo cinco minutos en el complemento. ¿La bronca? Fue dirigida hacia Delfino, a quién despidieron con un “ladrón, ladrón”. Pero los aplausos a los pibes del club y el “dale Lobo” también se hicieron sentir. Mucho castigo para una hinchada y un equipo que merecieron una sonrisa.