clásico platense

El clásico se empezó a cocinar con condimentos

En la mañana de ayer, el Juan Carmelo Zerillo amaneció con las habituales tiradas de sal que se hacen antes de cada escenario de las diferentes ediciones del Clásico Platense.

De a poco el clima del Clásico Platense va tomando más temperatura y empieza a aparecer el color y el folclore sano por parte de las dos hinchadas a horas de lo que será un nuevo enfrentamiento entre Gimnasia y Estudiantes. Algo que se volvió una costumbre en la última década es que en la previa a los partidos, especialmente el Juan Carmelo Zerillo o 1 y 57, el estadio amanece con diferentes “rituales” que se vinculan a la mala suerte con la intención de dañar a el equipo local.

Algunos creerán u otros no en las supersticiones, pero lo cierto es que estos rituales se hicieron una cotidianeidad en la previa a los derbis, y por una cuestión histórica o también vinculado a las costumbres o cábalas se relacionan inmediatamente al Pincha, aunque en algunas ocasiones sucedió al revés. Lo cierto es que todo esto volvió a surgir, porque en la mañana del viernes y antes de que comience el entrenamiento que se iba a llevar a cabo en 60 y 118, en la entrada habitual donde ingresa la prensa y también a la tribuna que da a la avenida, los empleados del Lobo notaron que alguien había arrojado sal en toda la cuadra.

De esta manera, enseguida empezaron a circular las fotos y vídeos de la sal arrojada en la vereda y por las redes sociales comenzó a encenderse la mecha del folclore con las habituales idas y vueltas respecto a quien fue, como sucedió y si realmente esto tiene un fundamento para atraer malas o buenas energías. Según pudo saber El Clásico, a pesar de que hay una gran leyenda de que la sal arrojada atrae maleficios, lo cierto es que este alimento absorbe y tiene una función de limpieza y protección. Por eso mismo, también está la versión de que fue arrojada por propia gente tripera para intentar atraer buenos augurios en la previa del clásico e intentar cortar la racha de 13 años sin ganarle al Pincha.

En este folclore y sus diferentes versiones, el que se metió en tema fue Sebastián Romero, quien se rio del tema en la conferencia de prensa y entre sonrisas comentó: “Al que tiró sal acá en el Bosque hay que decirle que está cara. Por ahí en algunos supermercados mayoristas la consiguió más barata”.

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