El Mundial que se viene

A menos de ocho meses del inicio de la Copa del Mundo, muchas selecciones terminarán esta semana su participación en la fase clasificatoria.

El viernes será el sorteo, y aún cuando todavía no se conocen dónde jugarán los equipos con las sedes y los alojamientos, ya hay una demanda muy grande de ocupación en los hoteles.

De acuerdo a las averiguaciones que pudo realizar El Clásico, hay que tener en cuenta algunas cuestiones para organizar un posible viaje al interior de la Copa que, como se sabe, resulta el evento deportivo más importante de todo el mundo.

Alojamiento

Varios hoteles de la capital, Doha, ya tienen las reservas completas para los meses de noviembre y diciembre, por lo que están proyectando la colocación de carpas climatizadas en el medio del desierto para recibir a los turistas. Se trata de una especie de campamento de campaña en el desierto que sería similar a los campamentos de guerra en un conflicto bélico o a lo que se armó en Argentina con los centros de aislamiento en el medio de la pandemia para albergar a personas. Claro que en este caso sería todo mucho más moderno y con fácil acceso a la urbanización, más allá de ocupar un lugar físico en el desierto.

También se va a ocupar el espacio marítimo con estrategia de recepción de turistas y personal que vaya a trabajar al Mundial, usando yates en el mar que tendrán botes y lanchas que partirán a diario hacia el continente como taxis marítimos para llevar y traer a las personas.

Vestimenta

Si bien se contempla que habrá excepciones por la gran diversidad de culturas y costumbres que suelen juntarse en la organización de un Mundial de Fútbol, pese al intenso calor no está bien vista (y en muchos lugares hasta prohibida) la utilización de bermudas o pantalones cortos. Muchos argentinos o turistas que vayan al Mundial y pretendan ir a comer a un restaurante de Doha con bermudas no podrán ingresar al lugar. Se recomienda llevar ropa clara y en lo posible de mangas largas en el caso de ­remeras o camisas, evitando la exhibición de tatuajes o dibujos que pudieran atentar u ofender contras las creencias o la ­cultura regional, y en especial contra Alá.

Por ejemplo, exhibir un tatuaje de alguna personalidad que representa al mundo occidental o algún tipo de ideología o bandera política, como la del Che Guevara, por ejemplo, podría significar tener que ­explicar las razones por las cuales se da ese tipo de expresiones dentro de un lugar privado o público de este país.

Alimentación

Sentarse a comer en un restaurante popular de Doha podría demandar una inversión de hasta 6.000 pesos el plato del día para un argentino que vaya al Mundial.

En la playa, por ejemplo, los cataríes están acostumbrados a que les lleven arroz y cordero a las carpas cerca del mar en carritos de golf. Algo impensado en las playas de Mar del Plata o de Villa Gesell, y ni siquiera en las más selectas de Pinamar o Cariló.

Los helados tienen un valor de entre 600 y 1.000 pesos argentinos, y la vida ­nocturna suele extenderse hasta las 3 de la mañana.