El sueño se hace realidad

Matías Pellegrini, el pibe de los 20 millones de dólares, tuvo el bautismo en la red: “El sábado a la noche había soñado que hacía un gol”, confesó

Estudiantes superó otra prueba de carácter al vencer a Boca, el bicampeón argentino. Dentro de las claves para destronar al equipo, que no bajaba de la punta hace mucho tiempo, estuvieron el trabajo de la pelota parada, la viveza de Fabián Noguera –ya que solo tenían marca personal Jonatan Schunke y Gastón Campi– y la aparición de Matías Pellegrini cuando nadie lo pensaba. 

Este chico, uno de los primeros en nacer en el año 2000 y jugar en Primera, trae un sueño. Ese anhelo lo forja todos los días desde que juega en las infantiles del Pincha: mientras recorre los 49.3 kilómetros que separan a Magdalena –su ciudad natal- de La Plata, “Mati” deseaba debutar en la Primera del Albirrojo y marcar un gol.

Así fue cómo el “panadero” –de chico ayudó en el negocio familiar–, ayer acumuló el cuarto partido, llegó al gol y revalidó que haber firmado una cláusula de 20 millones de dólares, con 18 años, no es por nada...

“Por suerte me encontré con el gol, que sirvió para la victoria. Panchito (Apaolaza) aguantó la pelota. Me quedó, me cerré el balón dominado, pasé entre dos, se la tiré larga a Goltz y definí cruzado. Hace dos o tres días, el sábado a la noche, había soñado que le hacía un gol a Boca”, confió el volante zurdo en diálogo con este medio.

Respecto al partido, añadió: “Siempre nos proponemos correr, meter; por suerte pudimos contrarrestar a Boca y saber cómo lastimar. Salió como lo planificamos”. Además analizó en qué sectores puede ser útil: “Por izquierda me siento más cómodo, pero por derecha puedo pisar para adentro para definir”.

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