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Empleados y deportistas también pidieron las renuncias de Barressi y Gauna
Ocurrió ayer ante el tenso clima que vive el club luego de la salida de Madelón y ante la intención de contratar a Sebastián Méndez.
En lo que podría tomarse como un acto de rebelión institucional y falta de reconocimiento interno hacia el gobierno del club, una enorme pancarta apareció ayer pegada a una pared del gimnasio de la sede de calle 4: “Cowen, Arrien, Gauna y Barressi, váyanse por el bien de Gimnasia”, expresó el afiche que solamente puede ser colocado por alguien que trabaja en el club o por los propios deportistas.
La decisión de rescindir el contrato de Madelón con varios meses de anticipación, lo que implica el pago de otra importante indemnización como ocurrió con Gorosito y Chirola Romero en los últimos 18 meses, terminó de colmar la paciencia del personal que trabaja en el club y que venía reclamando ajustes salariales y pagos a término.
“¿Cómo puede ser que hay dólares para pagar indemnizaciones y contratar al técnico uruguayo que pide una fortuna y después te dicen que no hay presupuesto para comprar más pelotas de vóley o de básquet para los jugadores del club?”, fue una de las quejas que se escucharon ayer en la sede de calle 4.
Si bien con Cowen se habían calmado los reclamos con los delegados del gremio Utedyc que representa a los trabajadores de entidades deportivas como Gimnasia, la realidad es que con la inflación creciente desde el mes de diciembre los pedidos para alcanzar mejoras se sumaron en las últimas semanas.
Dos de los principales apuntados por los empleados por el maltrato diario que reciben dentro de la institución son Cristian Barressi y Marcelo Gauna.
El primero tiene mucha presencia en el edificio de calle 4, casi más que el propio presidente o que el vicepresidente Juan Pablo Arrien.
El segundo es quien maneja los contactos y levanta el teléfono para negociar con los empresarios e intermediarios uruguayos y acordar pretemporadas, partidos amistosos, comisiones y nexos como el del entorno de Marcelo Méndez o Matías Abaldo.
Cowen, en efecto, es quien resume la imagen de un gobierno que arrancó debilitado por las supuestas falsas informaciones sobre el estado real del club a finales del 2022 y que ahora tiene en los propios empleados y deportistas otro foco de conflicto abierto que podría derivar en inminentes renuncias.