POR DANIEL "PROFE" CORDOBA

Guardiola dejó sus ideales y el Madrid demostró que es el mejor del mundo

Una vez más justificó pasar al encuentro definitorio con un final electrizante. Ahora, contra otros ingleses, ganará otra Champions League.

Por Daniel “Profe” Córdoba

Caminaba por la Castellana. Pasé por el Santiago Bernabéu, que es el estadio del Real Madrid. Pleno centro. Entré. Vi el estadio. Vi su museo. Entendí que es el club más grande del mundo. Y de ahí pasé a ser fanático incondicional de ese club. Ya ganó 35 ligas españolas, 13 Champions League. Ninguno ha ganado tanto, ni ganará en el mundo.

En el año 2022 y por las semifinales de Champions, el Real demostró que por más inversiones que se hagan, cuando pesa el fútbol y la jerarquía, ni el Manchester City (desde hace tres años el club que más dinero gasta en jugadores del planeta) o el PSG pueden comprar títulos. Ancelotti, director técnico del club español y el muy promocionado Guardiola el de los ingleses. En la ida el City había sacado ventaja.

Cuando empezó el encuentro, quedó claro que el juego se repartía un rato para cada uno. Justo cero a cero. Complemento y a menos de 15 del final, gol del wing derecho zurdo de los ingleses Marhez (argelino) y los de la Gran Bretaña se ponen 1 a 0 y 5 a 3 en el global.

Hubo cambios de un lado y otro. El ofensivo y tocador Guardiola dejó sus ideales y metió a defensivos jugadores. El Real sacó a sus históricos Casemiro, Kross, Modric y puso a jugadores como Camavinga (20 años) e ilustres suplentes como Ascencio, Julián Vazquez y a Rodrigo de wing derecho.

En el minuto 90 el City casi ya en la final, pero el Madrid es el Madrid. Minuto 92 y centro de Camavinga que bajó Benzema (de mal partido) y Rodrigo puso el 1 a 1. Aún para forzar un alargue al Madrid le hacía falta un gol. Centro del único histórico en cancha (Carvajal) y otra vez Rodrigo puso el 2 a 1 y así fueron al alargue porque se igualó la serie en el global.

Para mí será anécdota: nunca me arrepentiré de haber caminado por la avenida Castellana y entrar al templo del fútbol. Mis hijos aman a dos clubes: el más grande de Argentina (está cerca del agua) y al Real Madrid.

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