clásico platense
“La experiencia de jugar un Clásico Platense es algo muy lindo”
Jonathan Schunke dejó un grato recuerdo en el hincha de Estudiantes a base de esfuerzo y buenos rendimientos. A horas de un nuevo derbi local, el defensor que nunca perdió frente a Gimnasia dialogó mano a mano con diario Hoy.
Jonathan Schunke es un claro ejemplo de lo que genera Estudiantes en muchos jugadores. Sin ser de La Plata, ni formarse en las divisiones juveniles del club, se fue nutriendo del famoso ADN albirrojo y con el paso de los años dejó un grato recuerdo en el hincha a base de buenos rendimientos. El 1° de marzo de 2015, el Vikingo convirtió un gol en el Bosque para la victoria por 3-1 a favor del Pincha. A horas de un nuevo Clásico Platense, el defensor charló mano a mano con diario Hoy.
El misionero debutó con la del Pincha el 2 de septiembre de 2012, cuando el elenco dirigido en aquel entonces por Diego Cagna visitó a Newell’s en Rosario. En ese primer encuentro, el hombre que había llegado proveniente de Ferro Carril Oeste compartió la línea de fondo con dos campeones de América como Leandro Desábato y Germán Ré. Dos meses después llegó el primer grito del Vikingo con la enseña roja y blanca, el 3 de noviembre de 2012 por la fecha 13 del Torneo Inicial: a los 15 minutos de la parte complementaria puso parcialmente en ventaja a Estudiantes en un encuentro que terminó igualado 2-2 ante Unión de Santa Fe.
Entre sus gritos con la camiseta del León, se destaca uno en el Clásico Platense número 153. Aquella tarde, el elenco dirigido por Mauricio Pellegrino le ganó por 3-1 al conjunto comandando por Pedro Troglio. El Vikingo, Carrillo y Cerutti marcaron para Estudiantes, mientras que Pablo Vegetti había descontado para Gimnasia.
—¿Cómo vivías los días previos al Clásico Platense?
—Las semanas previas ya se empezaba a mirar el calendario de reojo. Y los días previos eran especiales, diferentes, se vivía otro nerviosismo y otra intensidad. La experiencia de jugar un Clásico Platense es algo muy lindo.
—¿Qué recordás de los enfrentamientos en el Bosque?
—Jugar en el Bosque era algo diferente. Arrancábamos temprano en el Country con toda la gente juntándose para despedirnos, tardábamos un montón en salir del predio y sumado a eso la caravana hasta llegar a la cancha del Lobo. Y como sucedió en el último tiempo, de visitante éramos nosotros contra toda la gente de Gimnasia. Tuve la bendición de haber jugado y ganado algunas veces. También me tocó convertir en su cancha. La vuelta festejando era algo único. Soy un agradecido de haber vivido esa experiencia en más de una oportunidad, los recuerdos son muy gratificantes.
—¿Seguís el día a día del equipo?
—Lo veo, estoy lo más pendiente que puedo, salvo el otro día que jugamos a la misma hora. Es un tiempo de reconstrucción, el ciclo recién está comenzando y veo que tiene un equipo con mucho potencial. No dudo que le va a ir bien porque tiene gente de la casa y buenos jugadores.
—Dejaste un grato recuerdo en el hincha del Pincha. ¿Un mensaje para ellos?
–Decirles que Estudiantes es el mejor club del mundo. Tiene algo particular que te atrapa. Yo no salí del club, de hecho nací en una provincia lejana a Buenos Aires, pero con el tiempo fui tomándole mucho cariño a la institución y su gente. Ahora a la distancia uno toma real dimensión de lo que es Estudiantes de La Plata, un club extraordinario. Le digo a la gente que disfrute, que a veces el panorama puede ser adverso, pero que a lo largo de la historia casi siempre suelen ser alegrías para el hincha del Pincha.