La fiebre por las entradas que se ofrecen hasta por 1.200 dólares en la reventa para Argentina y Croacia

Lo que empezó como una simple consulta se terminó convirtiendo en un mecanismo interminable, muchas veces nocivo para los nervios, y solo apto para los ágiles comerciantes argentinos que llegaron a Catar para ver el Mundial: la reventa de entradas se puso en marcha con mucha fuerza durante el fin de semana, luego de conocerse los dos cruces de las semifinales.

Ayer, un argentino de Bragado que había comprado una entrada en la puerta del estadio Lusail a 400 dólares, y en la puerta del mismo estadio la vendió en 700 con menos de 10 minutos de diferencia, reconoció que para el partido de mañana con Croacia la situación está un poco más complicada.

“Se está pidiendo en un promedio de 500 dólares para el partido de semifinales, pero algunos brasileños que llegaron a comprarlas de forma anticipada descontando que iban a pasar ellos y no Croacia las están vendiendo más caras: unos 1.200 dólares, que muchas veces usan para pagarse el pasaje de vuelta”, admitió un argentino en la playa de Catar.

Una postal recurrente de la tarde fue ver a varias personas con teléfonos haciendo cruces de llamados y tratando de contactar al amigo de otro amigo que tenía el dato concreto de dónde iba a estar el puntero que puso el dirigente de la AFA para vender entradas a precio oficial para el choque del martes a las 16 en el Lusail.