Los hinchas del Pincha coparon el Country para alentar a los jugadores

Debido a la conocida prohibición del público visitante en los estadios del fútbol argentino, los hinchas de Estudiantes se trasladaron al Country Club de City Bell para vivir un nuevo clásico platense. Pasado el mediodía, el predio abrió sus puertas para la gran cantidad de simpatizantes que llegaron desde distintas partes de la ciudad. Una verdadera fiesta se vivió alrededor de las 15, momento en donde el micro con toda la delegación albirroja partió hacia 60 y 118: familias enteras, grupos de amigos y amigas con fuegos de artificios y banderas le pusieron color a la despedida de los jugadores y cuerpo técnico.

Una vez finalizada la despedida del micro, muchos hinchas se fueron del predio pero otros tantos comenzaron a llegar para mirar el partido en la pantalla gigante colocada en la puerta de la pensión de los juveniles. Tal cual lo había anticipado este multimedio, la Comisión Directiva había decidido darle todas las facilidades a los hinchas del Pincha para que puedan disfrutar del clásico en familia.

El encuentro en el predio de Estudiantes se vivió acorde a lo que pasó en el campo de juego: nervios, emoción y con las pulsaciones a flor de piel. La alegría más grande llegó tras el tanto de Leandro Díaz, para desatar la locura de todo el pueblo Pincharrata. Una vez finalizado el partido, muchos hinchas optaron por quedarse a terminar la tarde mientras aguardaban el regreso de la delegación.

En contacto con el diario Hoy, Pablo de Ensenada, uno de los tantos socios presentes en la dorada tarde de City Bell, dejó sus sensaciones tras el encuentro: “Lo de hoy fue una locura. Siguen pasando los años y no nos pueden ganar. Tuvimos un primer tiempo malo con muchas fallas en el fondo, pero lo que más valoro de estos jugadores es que nunca tiraron la toalla. Y estoy seguro que mucho tuvo que ver el Ruso con la charla técnica en el entretiempo”, aseguró.