Max Verstappen redondeó una temporada 2023 impecable en la Fórmula 1

El neerlandés y tricampeón del mundo se consagró el domingo nuevamente en Abu Dabi y se metió otra vez en la historia grande de la Máxima, porque tuvo una campaña demoledora.

Donde todo comenzó. Fue hace dos años atrás, más precisamente el 12 de diciembre de 2021, en un desenlace histórico y polémico, Verstappen se impuso en el Gran Premio de Abu Dabi y cosechó su primera corona en la Fórmula 1, desbancando a Lewis Hamilton, que porfiaba por ser el hombre con más títulos en el Gran Circo. El triunfo y la consagración resultó el primer eslabón de una cadena de éxitos del neerlandés y de Red Bull Racing, dominantes en los dos siguientes cursos en el Mundial de Pilotos y de Constructores.

MadMax cerró en el autódromo de Yas Marina un calendario con la voracidad que acostumbra: sumó 19 festejos en la aventura y convirtió a la cifra en récord por cantidad y también por porcentaje, porque Alberto Ascari (Ferrari) tenía la marca de 75%, con seis primeros puestos en ocho fechas en 1952 y Verstappen estiró la proporción a 86,36%. El festejo lo hizo trepar al tercer escalón de los pilotos más ganadores de la historia, con 54 descorches en lo más alto del podio, batiendo al alemán Sebastian Vettel y por detrás del británico Hamilton (103) y de Michael Schumacher (91). Un año imperial: lideró más de mil vueltas y con 575 puntos duplicó en el campeonato al segundo, su compañero de garaje Sergio “Checo” Pérez, que juntó 285 unidades.

“Un año increíble, difícil de repetir. Vamos a intentar de disfrutar un poco, aunque estamos listos para las próximas batallas, porque siempre lo queremos hacer mejor. A veces mejor no significa solo victorias y campeonatos, pero ya estamos trabajando duro para tener un auto competitivo en 2024, porque el resto está proyectando cómo derrotarnos”, dijo ante los medios, que reescribió la historia con el modelo RB19, destinado a ser uno de los mejores de este deporte y que sabe adaptarse a la dificultad y revertir situaciones.

Desaparecido del frente en las pruebas libres en Abu Dabi, el neerlandés dio el golpe en la mesa en la clasificación y se anotó la pole. Desde ahí construyó el triunfo: soportó los ataques de Charles Leclerc (Ferrari) en el primer giro, donde pareció que los neumáticos del auto de la Scuderia habían logrado una mejor temperatura para el lanzamiento, y luego apabulló hasta vencer por una brecha de 17s993/1000 al monegasco. “Es un gran piloto, se adapta muy rápido a cualquier circunstancia y es capaz de sentirse cómodo en la incomodidad”, lo definió Vettel, que en su historia firmó un póquer de coronas, entre 2010 y 2013.

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