Pum para arriba en la Copa Argentina

Con lo justo y necesario, Estudiantes le ganó a All Boys y se clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina. Ahora deberá enfrentar al ganador del partido que van a jugar Independiente y Central Córdoba.

Cancha de Quilmes. Símbolo de ostracismo, pero también de alegrías para los hinchas de Estudiantes. Tarde fría de invierno, mucho abrigo y tren para llegar…

La Copa Argentina fue la excusa perfecta para que los hinchas del Pincha se vuelvan a encontrar en el estadio Centenario, donde hace casi 13 años el equipo de Sabella dio la vuelta olímpica conquistando el último título oficial del club. El mismo escenario en donde se lesionó Juan Huerta en septiembre del 2006. O en el que Lugüercio marcó un gol lleno de mística en la Copa Libertadores del mismo año cuando todavía el técnico era Burruchaga y Verón no había regresado al club.

Hasta allí llegó Estudiantes, también con el recuerdo de los autos rotos de muchos hinchas que acompañaban al equipo bajo cualquier circunstancia por ese amor incondicional que no conoce de fronteras ni distancias…

Regulando, por momentos batallando, y hasta cuidando a varios titulares, al equipo de Domínguez le alcanzó para ganarle 1 a 0 a All Boys con un gol de Mauro Méndez y de esta manera se clasificar a los octavos de final del certamen más federal que tiene el país.

Tras un primer tiempo luchado, el equipo torció el rumbo del partido recién antes de irse al descanso.

All Boys fue un hueso duro de roer, a tal punto que los jugadores sorprendieron y se agrandaron ante algunas fallas producto del nerviosismo por la inactividad de los futbolistas del Pincha.

Tanto Guasone como Muñoz y Mas no aportaron la solvencia que venían teniendo los defensores titulares y de no ser por algunas atajadas de Pepi Sappa el resultado podría haber sido otro.

Estudiantes dio muchas ventajas cambiando tanto, sintió la ausencia de Leonardo Godoy y del Corcho Rodríguez, y en el ataque Zapiola y Palavecino no pudieron disimular las ausencias de Rollheiser o Zuqui. Al menos así lo entendería el director técnico, que en la parte final metió toda la carne al asador para evitar que se complique el resultado.

En un impulso de rebeldía, el Pincha marcó el único gol del partido cuando Emanuel Mas sacó un centro rasante que terminó despejando un defensor y en el rebote Palavecino terminó asistiendo a Mauro Méndez que empujó la pelota al fondo de la red por atropellada.

En la parte final, Estudiantes se renovó con los cambios en el ataque. Pero siguió defendiendo de forma desordenada, sin brindar seguridad, con errores de los jugadores, lo cual terminó generando confianza en el rival.

Si bien con el ingreso de Rollheiser el equipo de Dominguez mostró una carta de peligro que amenazaba en todo momento a su rival, en los últimos 15 minutos All Boys lo atacó por derecha y por izquierda, vendiendo muy cara la eliminación.

El equipo del ascenso, que marcha en la 15ta posición en la Primera Nacional, acorraló a un extraño Estudiantes, que especuló con la rotación y terminó jugando al límite de la clasificación o la eliminación.

Recién en los últimos cinco minutos el equipo volvió a tomar aire y pudo ampliar la diferencia, pero Pellegrino se perdió el gol primero y Rollheiser después.

Sin lucirse y despejando todo lo que le tiró el rival, el Pincha hizo “pum para arriba” en una tarde complicada y ahora espera por el ganador del partido entre Independiente y Central Córdoba para jugar en los octavos de final de la Copa Argentina.

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