Sigue el escándalo de las jugadoras de River detenidas por racismo en Brasil
Después de un partido contra Gremio en San Pablo por un torneo internacional, cuatro futbolistas quedaron detenidas. Candela Díaz simuló ser un mono ante las cámaras de televisión y terminó en prisión junto a Camila Duarte, Juana Cángaro y la platense Milagros Díaz.
Pasaron tres días de que un partido de fútbol entre River y Gremio por un torneo femenino internacional terminó en escándalo, con cuatro futbolistas del "Millonario" detenidas en Brasil. Se trata de Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y la platense Milagros Díaz, quienes terminaron en una prisión de San Pablo después de haber sido acusadas por diferentes gestos discriminatorios contra las brasileñas. Al cierre de esta edición, la defensa de las futbolistas presentó un pedido de hábeas corpus para que puedan retornar con sus familias, en una época sensible por las diferentes celebraciones de fin de año.
Justamente el calendario complica la resolución de la solicitud realizada por la abogada Thais Sankari, porque el juez tiene 24 horas para convocar a una audiencia entre las partes, antes de su decisión final. La dirigencia de River se mantiene en contacto permanente buscando acelerar el proceso y que las jugadoras puedan regresar, al igual que ya hizo el resto del plantel durante el fin de semana.
Las cuatro futbolistas estuvieron detenidas primero en la comisaría 6ta y luego fueron derivadas a un lugar más amplio. Por el momento permanecen incomunicadas.
Desde el club de Núñez ratificaron este lunes que la detención y las medidas tomadas por las autoridades brasileñas "son desmedidas", independientemente de la "repudiable actitud de las jugadoras, sobre las cuales nos manifestamos en contra y por las que la institución tomará las medidas necesarias para aplicar la sanción correspondiente".
Los primeros pasos de “Mili” Díaz en el fútbol regional
Luego de patear sus primeras pelotas con la camiseta del Club Villa Catela a los 12 años, Díaz irrumpió en AFA al pasar a Villa San Carlos. Su arribo a la entidad Celeste se produjo en 2016 y con solo 16 años se afianzó rápidamente para ser clave en el ascenso a Primera. Allí permaneció hasta mediados de 2018 donde jugó 66 partidos y convirtió 8 goles.
Para la temporada 2019 Mauro Córdoba, el técnico que la había hecho debutar en Villa San Carlos, recaló en Gimnasia e inició el proyecto de retomar el fútbol femenino en el club. “Mili” siguió sus pasos a pesar de tener que jugar en Primera B nuevamente y rápidamente consiguió otro ascenso. Entre las dos categorías disputó 75 partidos y marcó 32 tantos en el tripero.