Un empate justo, con un Gimnasia incansable hasta el final

Por Daniel “Profe” Córdoba

Noche de viernes en el Bosque. Gimnasia recibe a Independiente de Avellaneda en 60 y 118. Sin Cristian Tarragona dentro del equipo, al equipo de Chirola le cuesta crear situaciones y abrir defensas. Por su parte, al Rojo de Ricardo Zielinski todo se le hace difícil.

En la primera etapa, y a estadio repleto pero sin tanto colorido como es habitual, corrieron los dos e hicieron un juego bastante entretenido. Hubo pocas situaciones de gol y el Albiazul tuvo la más clara. A su vez, ambos conjuntos se vieron con mucha dinámica y apego por la marca. Además, esto también se puede ver por las carencias y posibilidades que tiene cada uno. Si en el Mens Sana sus jugadores se van haciendo competitivos y conocidos, en el Rojo prácticamente no se conoce a nadie, salvo a dos o tres jugadores. Se bajó el telón de la etapa inicial y el 0 a 0 estuvo bien.

En el segundo tiempo luchaban por cada metro a tope, hasta que un córner para Gimnasia se transformó en contragolpe para el Rojo y Martínez puso el 1 a 0 para la visita. Romero metió cambios e intentó seguir con su 4-2-3-1, y el elenco de Zielinski seguía parado 4-1-4-1 como desde el inicio. El centrocampista Ortiz, ya amonestado, hacía diferencia de juego para los de Avellaneda, mientras que para el local, Sánchez, Morales y Miramón empujaban por ir el empate.

Iban 25 minutos del complemento y los albiazules aún no inquietaban el arco defendido por Rodrigo Rey. Claro, necesitaba de los desbordes de Benjamín Domínguez y el ingresado Torres, porque en lo que es la mitad de cancha, el Rojo ponía un completocerrojo. Y lo escrito antes, se da, centro de Torrres, magia de Domínguez y el arquero del equipo de Avellaneda salva el empate.

Al crecer el juego de Benja, crece el aliento y el ánimo lobizón. Mamut tuvo un excelente golpe de cabeza que otra vez fue ahogado por Rey, que evita la igualdad por segunda vez. En tiempo extra, el cuestionado VAR le informa al juez que debe ser expulsado Franco Torres y así ocurre. No bstante, un gran desborde de Ramírez por derecha y una aparición fantasmal de Domínguez puso con justicia lo que fue el 1 a 1.

Fue un resultado justo y por tercera vez, afirmaré lo siguiente: fisicamente Gimnasia es el único equipo que, a mi entender, puede aguantar 90 minutos o más. Y si no, memoricen que ya van cinco partidos que en el final de dicho número de compromisos, Gimnasia consiguió triunfos o empates arrollando al rival de turno.