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Un Príncipe suelto en Rosario
Con un golazo de Sosa, Estudiantes consiguió su primera victoria en el torneo local y llega de la mejor forma al clásico con Gimnasia.
Y un día, Estudiantes de La Plata logró sacarse la mufa en la Copa de la Liga, consiguiendo su primer triunfo, ante un rival muy serio como Newell’s en Rosario, con lo que representa jugar en el Coloso Marcelo Bielsa. El golazo de José Sosa fue el factor diferencial para decretar la victoria 1-0 ante la Lepra. Fue expulsado Guillermo May en el conjunto comandado técnicamente por Gabriel Heinze.
En un inicio chato, sin demasiadas situaciones, ambos trataron de neutralizarse e impedir generar sociedades. Lo mejor del elenco dirigido por Eduardo Domínguez estuvo con las salidas de Nicolás Fernández desde el fondo y la sociedad entre Benjamín Rollheiser y Javier Altamirano, el chileno que mostró algunas pinceladas interesantes en ataque.
Ferreira tuvo una clara para el local haciendo lucir a Andújar y luego vino una polémica: hubo una falta que Tello y el VAR no quisieron sancionar de Vangioni contra Méndez, lo que hubiera significado un penal a favor del conjunto pincharrata.
En el entretiempo, Domínguez movió piezas y puso en cancha al factor diferencial: José Sosa. Solamente 12 minutos le alcanzaron al Príncipe para cambiar el partido, con un golazo de tiro libre, al ángulo izquierdo del arquero Lucas Hoyos, que nada pudo hacer para sacar un disparo memorable. Este despertó recuerdos como el de aquella tarde ante Boca Juniors en Liniers en diciembre de 2006.
Luego, por un patadón sobre Núñez, el uruguayo May se fue expulsado y el León buscó dominar las acciones del juego, pero lo pudo hacer por pocos pasajes, ya que los del Gringo Heinze con mucho nervios dieron todo en la búsqueda de la igualdad.
Un gol con la mano de Ortiz hizo preocupar a todo el mundo albirrojo, pero el triunfo no estuvo en riesgo, pese a que dio la sensación de que Estudiantes podía liquidarlo si estaba un poco más fino. Lo concreto es que el equipo rompió la mala racha en la Copa de la Liga justo en la previa del clásico con Gimnasia. Era el mejor momento para sumar y más en una cancha tan difícil como el Marcelo Bielsa.