Zielinski, entre el cielo y el infierno

"Me parece que hay que mirar la película completa”, expresó Ricardo Zielinski luego del triunfo 3-1 ante Barracas Central en la fecha previa a la derrota del domingo con Boca y luego de una semana turbulenta por las derrotas consecutivas y la eliminación tempranera en Copa Argentina. El afuera empieza a influir en el adentro.

Cierta parte del público albirrojo, tal vez los menos, ya piden un giro de timón y un cambio de conducción del equipo. Sin embargo, la otra parte, ya menos confiada en el ciclo Zielinski en Estudiantes, prefiere esperar a la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores. Lo único que no se puede negar es la realidad, y esta indica que en los últimos meses Estudiantes decayó en su rendimiento y también en sus resultados.

Y claro, mucho tiene que ver su entrenador, que erró en sus decisiones, apresuró futbolistas, relegó a otros que parecían merecer más minutos y terminó con una dura derrota ante Boca el domingo en la Bombonera. Partido que marcó un claro ejemplo de todo lo anteriormente mencionado.

Optó por un equipo titular, y, cuando el partido ya estaba perdido (0-2 abajo), eligió sustituir a Benjamín Rollheiser, hombre de ataque, por Fabián Noguera, un defensor que venía de recuperarse recientemente de su lesión muscular grado 1 en el sólo de la pierna izquierda. Decisión que no fue acertada, no solo por el resultado, sino por la lesión de un hombre titular de cara al duelo mano a mano ante los brasileños del 4 de agosto.

El zaguero sufrió un esguince de su rodilla derecha y ahora se quedará sin lugar en el compromiso copero ante Paranaense. ¿Se equivocó Zielinski? Y, con el diario del lunes todos podríamos coincidir en que sí. Sin embargo, previo a esta seguidilla de malos resultado, el Ruso parecía ser el mesías. Agarró un equipo que venía de conseguir el récord histórico de partidos sin convertir un gol; récord de partidos consecutivos sin ganar y con el descenso apremiando de cerca. En un momento Estudiantes llego a estar a tres puntos de la zona roja de la tabla de posiciones.

Allí, San Zielinski, como lo llamaban en su momento, tomó las riendas y convirtió a un equipo pisoteado en un rival digno de respetar. Compitió en todos los frentes, amargó a todos los grandes, ilusionó al hincha en el ámbito local y hasta lo clasificó a la Copa Libertadores luego de 4 años sin participaciones fuera del país. Por si esto fuera poco, cruzó la barrera de octavos de final y hoy por hoy está entre los 8 mejores del continente.

Vaya si tiene méritos Zielinski. Sin embargo, todo parece depender de un resultado. ¿Sigue el Ruso? Habrá que esperar hasta el 11 de agosto a la noche, fecha del partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Por ahora continúa, y con razón.