entrevista
Alejandro Montiel: “Pipa es una película más compleja a nivel dramático y en ese sentido es muy diferente”
La tercera entrega de la saga encuentra al personaje fuera de la Fuerza policial y tratando de proteger a su hijo de una intriga que incluye a políticos y policías.
Ya está disponible en Netflix Pipa, nueva entrega del personaje creado por Florencia Etcheves y que Alejandro Montiel llevó al cine por tercera vez. Diario Hoy dialogó con él para saber más de este western rodado en el norte argentino en donde se desnuda la connivencia entre líderes políticos, clase alta y Policía, con un elenco encabezado por Luisana Lopilato, Inés Estévez, Ariel Staltari y Mauricio Paniagua.
—Venís trabajando hace tiempo en la saga, ¿esto ayuda a que se consoliden cada vez más las producciones?
—Obvio, el equipo general se va conociendo, tanto desde el rodaje como desde el guión. A nivel rodaje va creciendo la producción, aunque el equipo técnico y de guionistas es casi el mismo que La corazonada, así que claro que ayuda.
—¿Qué fue lo más complicado de rodar en el norte del país y en exteriores?
—Con una previa buena de producción y todo bien armado es una logística complicada. Claro que en los exteriores a veces el viento atenta un poco. Tuvimos suerte, porque en otra época hubiese sido peor, pero son cosas complicadas, que a veces no te dejan ni rodar. Sí hay algo de movilizar a los equipos, las carpas gigantes donde se come, pero a otro nivel es lo mismo que cualquier película, porque no es que la altura era grave, influía, pero no era extremo.
—¿Facilita a un director volver a trabajar y con continuidad con personajes e historia de una saga?
—Sirve conocer el personaje, igual para la actriz, aunque hubo cambios, pasó el tiempo, como acá, que es madre, está fuera de la fuerza, retirada. Cambia en ese sentido y en cosas sutiles de su actuación, pero facilita y ayuda a ver dónde estás parado. Este es un policial, más coral, con muchos personajes, con historias más dramáticas que la rodean, es una película más compleja a nivel dramático. Te hace sostener un personaje y una historia coherente, pero tenés que mantener el espíritu. Es algo complicado, más que hacer algo nuevo, en ese sentido tiene esa complejidad.
—¿La definís como un policial? Se perfila como un western…
—Digo policial porque está el enigma policial y son policías, pero esta película, a diferencia de las anteriores, está enmarcada en el western, como vos decís, por eso fue elegido el norte del país, zona desértica. Lo visual refiere al western, que además tiene algo del policial, no con tanto enigma, está el sheriff, pero claramente esto es un western, moderno y en el noreste argentino.
—Y con la mujer en el centro, poco frecuente, excepto alguna película industrial americana con Sharon Stone o Salma Hayek. Acá está Pipa y recientemente estuvo Las Rojas, con Natalia Oreiro y Mercedes Morán…
—Sí, inclusive esta película tiene protagónicos y secundarios de mujeres. Inés Estévez, Paulina García, Ivonne, Natalia Quispe, cuatro mujeres en pugna. Después hay otros secundarios importantes, como el comisario, pero sí todo está llevado por mujeres que están en el poder, unas que lo llevan por su riqueza, otras políticamente y Pipa por su situación.
—En un momento un personaje dice que la fuerza policial es la policía de los blancos, algo que se asocia con el norte argentino. ¿Era idea de ustedes incluir ese punto de manera explícita?
—Una vez que pensamos en las primeras características de Pipa, madre, y en ir al norte a hacer un western, me parecía que estaba bueno que el policial esté atravesado por una problemática real y la apropiación de las tierras por manos de los blancos. El reclamo está vigente hasta hoy en día desde hace ciento y pico de años, y el levantamiento de grupos reclamando que les devuelvan sus tierras está presente, se ven imágenes de la violencia con los que los tratan, están en el norte, pero también en el sur, en los dos extremos.
—El sonido es un aspecto muy cuidado y potente en esta entrega. ¿Cómo lo trabajaron?
—Es la primera experiencia en la que pude trabajar el aspecto sonoro desde antes de la posproducción, lo vengo haciendo con Klauss, banda conformada por Lucas y Ernesto Romeo, que seguramente voy a seguir con ellos trabajando el guión. Son únicos, hay pocas bandas en el mundo así. Destaco la música que hacen, a partir de gustos comunes como Vangelis, y los sintetizadores que tienen, en realidad todos los “aparatejos” que poseen en su estudio, que es como un laboratorio, donde hacen mucha música experimental. Además son fanáticos del cine y acá buscamos el contraste entre las imágenes áridas de la montaña con ese sonido.