ENTREVISTA

Alfred Oliveri y su amor por el cine

El director argentino comenzó el rodaje de su próxima película protagonizada por la pareja más influyente de la gastronomía mundial: Virgilio Martínez, responsable del restaurante Central ubicado 4° en el ranking mundial y 1°en el latinoamericano, y Pía León, su pareja, que acaba de ser nombrada como mejor cocinera del mundo 2020.

Alfred Oliveri estrenó su cuarto largometraje, Harvest moon, en el Festival de Málaga, donde en 2020 se alzó con el premio del público a mejor largometraje con Purity. Además, el director argentino comenzó el rodaje de su próxima película protagonizada por la pareja más influyente de la gastronomía mundial: Virgilio Martínez, responsable del restaurante Central ubicado 4° en el ranking mundial y 1°en el latinoamericano, y Pía León, su pareja, que acaba de ser nombrada como mejor cocinera del mundo 2020. Para saber detalles de sus trabajos, hablamos con Oliveri en exclusiva.

—¿Cuál es tu principal fuente de ­inspiración a la hora de imaginar las películas?

—Siempre son documentales, entonces están basados en personajes reales y sus historias. Es decir que son historias humanas, en contexto o información alrededor de eso, y dentro de esto buscamos lo extraordinario, lo relevante, lo que sea importante para que valga la pena hacer una película por ellos. Qué es lo extraordinario de eso. A veces no es lo primero que se ve, como por ejemplo la calidad de los vinos de esta familia, pero si lo es el hecho que gente grande deje su vida para dar un salto al vacío y que empiecen a vivir regidos por los movimientos de la luna, esas cosas son las cosas extraordinarias, los puntos de invitación y arranque de cada una de nuestras películas.

—¿Cómo seleccionás a las figuras sobre las cuales finalmente harás las películas?

—Tienen que ver con un trabajo extraordinario y un trasfondo de historia que lo haga muy especial, como por ejemplo Virgilio y Pía, tal vez la pareja más power de la gastronomía mundial hoy por hoy, y al mismo tiempo estamos hablando de una pareja en búsqueda del equilibrio profesional y personal. Ese contexto, no sólo de los logros, que los tienen todos, sino ese plus que hace que una historia sea atractiva y empática para con el público.

—¿Sensaciones de volver a los festivales presenciales?

—Es sencillamente una fiesta, una alegría, porque un festival de cine es una celebración de la vida, en lugares queridos como lo es, por ejemplo, el Festival de San Sebastián, o Málaga, y uno los va viviendo de acuerdo al momento en el que lo encuentra, como ahora, que estoy más tranquilo y disfrutándolo, haciendo menos cosas, pero de una forma muy punzante, más concentrado y es una gran alegría. Cuando se une el cine y la gastronomía, además, es un encuentro en el cielo.

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