Armando Bo: “Hacer una serie es muy diferente a hacer una película”

Con la segunda temporada ya disponible de la serie que desnudó los negocios turbios del mundo del fútbol, el realizador se consolida en la región.

Ya está disponible en Prime Video El presidente, juego de corrupción, nueva temporada de ocho episodios, que tiene a Armando Bo como creador, director y showrunner. Continúa con su mirada satírica del detrás de escena de la corrupción en el mundo del fútbol profesional y muestra los orígenes de la transformación de la FIFA de una simple organización deportiva amateur a una potencia comercial y política. En el centro de la historia se encuentra su expresidente, João Havelange, quien usurpó el poder de los ricos europeos uniendo fuerzas con países africanos y así pudo mantener el control de la organización durante casi tres décadas. Para saber más detalles de la serie hablamos con Bo, en exclusiva para Argentina.

—¿Sensaciones al presentar esta segunda temporada de El presidente?

—Es como el final de un camino, porque hacer una serie es muy diferente a hacer una película: esta vez son cuatro películas, son ocho horas, cada episodio fue escrito con un equipo de guionistas; fue un trabajo muy duro, en pandemia, en el 2020 con cada uno en su casa y fue un desafío llegar a esta calidad, así que ahora estoy empezando a disfrutar después de tanto sacrificio. Ahora es tiempo de dejarla y que la empiecen a ver, porque siento que es muy especial, con gran calidad. Es una serie que va creciendo e incluso mejorando, es una serie que habla del mundo del fútbol, pero, principalmente, habla del mundo de la política, cómo ambos mundos se mueven de la misma manera; avanzando hablamos del marketing unido al fútbol, es el capitalismo influyendo en algo que era amateur y lo convierte en un negocio y una máquina de facturar.

—Y ahora se armó un Mundial de ­fútbol en un lugar bastante particular como Catar, es irónico...

—En la primera temporada de la serie se mostró la elección de la sede, y ahora la segunda se estrena con el Mundial y no es por nada, porque ya hay 40 FIFA-gates, se pagó para que fuera allí la sede. Estar estrenando en este momento es parte de la historia y la realidad se conecta con parte de la ficción que escribimos.

—Cuando se estrenó la primera temporada hubo bastante revuelo por los personajes. Ahora, con el traslado a Brasil, ¿cómo fue la construcción del relato? ¿Hubo críticas?

—La serie está escrita basada en hechos reales y unimos muchos eventos con historias que recreamos, nos basamos en cosas que existen, trabajamos agarrados con abogados, con cosas que salieron en los medios, porque el mundo de la mafia y el FIFA- gate había mucho, pero no sobre João Havelange, hubo que construir el pasado, ver cómo se sentó a negociar con todos los dictadores de la región, el primero que negoció fue el de Argentina 1978, así que imaginate lo manchado, creamos una historia basada en cosas reales como el partido contra Perú, que se ganó 6 a 1, y Videla junto al jefe de Estados Americanos fueron al vestuario de Perú. Los hechos son verdaderos y creamos una ficción, hay mucho inventado pero basado en la realidad, con una pátina de cinismo para llegar a la verdad, porque si no sería aburrido, hubo que elevar el tono del circo de lo que vemos.

—Venís del cine y la publicidad, ¿cómo fue para vos ingresar al mundo de las series?

—Es un aprendizaje, con un equipo gigante, porque una película tiene un solo director, y acá éramos cuatro, ocho guionistas, cuatro editores, un equipo gigante de vestuario y es difícil la comunicación para lograr que el punto de vista sea el mismo, pero creo que se logró y los episodios se hermanaron, con una misma musicalidad. Fue muy duro, un aprendizaje, y me dan ganas de volver a hacer una película para lidiar con los problemas de una familia, que es una película y no con cuatro.

—¿Tenés ganas de volver entonces al cine? ¿Estás trabajando para eso?

—Sí, abrimos una productora, About Entertainment, hace dos años, y por suerte estamos trabajando. La idea es contar el año que viene la historia de Robert Cox, que ya lo adelantamos, estamos ahora con el casting, pero la idea es filmar eso el año que viene. Ahora estamos rodando El caso Cromañón también, así que muy motivado, con ganas de contar historias; lleva tiempo, no es soplar y hacer botellas, pero nos estamos preparando.

—¿Por qué la gente tendría que ver esta nueva temporada?

—Porque van a ver algo diferente, pueden entretenerse con una historia superrelevante a nivel internacional, con una metáfora de cómo está el mundo, sin ideales, viendo cómo este tipo avanza corrompiéndose intentando llegar con su ambición a algún lado y ­trascender. Además, tiene una música y un vestuario únicos, rodada en pandemia, juntando 50 extras en un estadio en un momento que no se lo podía hacer, era una locura. Fue todo un desafío, así que ojalá la puedan ver y disfrutar.

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