entrevista
Benjamín Rojas y Natalie Pérez hablan de Mazel Tov
La dupla es parte de la película argentina más vista del año y hablan de sus otros proyectos.
Mazel Tov con Adrián Suar ya fue vista por más de 250 mil espectadores, convirtiéndose en la película más vista de 2025. Benjamín Rojas y Natalie Pérez son parte de ella y por eso hablamos con ellos.
—¿Cuéntenme qué se siente volver al cine?
—Natalie Pérez: Es una locura, es una alegría, es increíble.
—Benjamín Rojas: Felicidad. A mí el cine particularmente es de lo que más me gusta. Me refiero a lo que pueda ser un actor. Teatro, cine, televisión. Como espectador me encanta el cine, me encanta participar de una película. Haría cine siempre. Falta que me llamen nomás, pero bueno.
—¿Cómo fue entrar en la historia de esta familia, los personajes? Cada uno tiene su particularidad. Vos que a tu personaje le importa absolutamente nada y al tuyo le importa demasiado todo.
—Natalie Pérez: Bueno, fue un trabajo en equipo muy interesante. Empezamos a hacer reuniones, ¿te acordás? Allá en la oficina. Mucha lectura, mucho análisis. Nos juntábamos varias mañanas a hacer lectura con Fernán, con Adrián, nosotros dos. Para analizar, a ver, ¿y por qué tienen este vínculo? ¿Y cómo fue? Estuvimos estudiando varias cosas de cómo son los hermanos. Nada, generando ese vínculo. Ya solo juntarnos a tomar un café, un rato de interactuar, empezar a conocer al otro. A ver, ¿cómo empieza a leer? ¿Por qué habla así? Porque empezás a descubrir qué personaje está armando. Bueno, no es Fernán, no es Benja. Es un personaje que están construyendo, que vamos construyendo de a poco. Así que para mí fue una experiencia muy linda. Me llevo muchas cosas de cada uno que me han enseñado en este proceso. Y, personalmente, ya mi personaje, al estar embarazada, ya hay algo del cuerpo, del rol que te pone en otro lugar. Entonces, ya como que sentía que automáticamente estaba alejada de mi realidad. Entonces, ya eso me ayuda como que tenés un paso adelante porque ya hay algo muy físico y clave. Nada, una mujer que no está sensible por el embarazo hormonal, o ver a sus padres, si quiere casarse. Bueno, ya me ayuda un poco más, como que me da más herramientas visibles.
—Benajmín Rojas: Un poco pensaba, primero, la primera etapa con Nati coincido y compartimos trabajo en equipo y de laboratorio, que por ahí veo, me acuerdo del momento que estábamos comiendo una ensalada y de golpe uno dice, para mí este Guido debería... Entonces, esa cosa compartida sirve para este caso. No para cualquier proyecto, pero para este que es el seno de una familia, está bueno compartir cómo sería cada personaje, que el otro lo conozca. Entonces, eso me sirvió mucho. También me sirvió mucho que es un personaje bastante, al principio, callado, alejado de la escena, y eso también fue un desafío como actor, porque generalmente uno busca algo, ¿qué digo? Y en base a lo que digo, veo cómo el labor y esto era al revés, era ir por atrás. Y eso también me ayudó mucho, me gustó mucho.
—Los dos, además de la película, vos estás con gira, vos estás con recién estrenada obra de teatro. ¿Cómo se manejan también todas las emociones?
—NP: Estas dos semanas están siendo de intensidad. Sí, yo pensaba en eso. Digo, el lunes estrené, y hoy fue todo un esfuerzo, un trabajo. Ya tengo que sacar el chip. Sigo haciendo funciones, obviamente, pero tuve que sacar el chip rápidamente. Creo que pasa en la vida en general, o todo junto, ¿viste? Hay un mes que tenés todos los cumpleaños, y al mes siguiente no tenés ninguno. Sí, ahora me venía aburriendo. Pero un poco, bueno, así, como que de pronto todo junto es intenso. Nos gusta la intensidad. Bueno, es nuestro trabajo, pero es una locura también.
—BR: O por ahí esto que decía de los shows, o por ahí estás arriba de todo en la cresta de la ola y después desapareces. Pero un poco es parte de nuestro trabajo en el sentido que pasa eso. Hoy estás trabajando mucho, por ahí otro año no suena el teléfono.
—NP: No, extrañamente durante tres meses te llamás Daniela o Guido. Y de pronto alguien te habla por la calle tres años después y te dice, Daniela, y vos decís, ¿será para mí? Son cosas que disfrutamos y tenemos que disfrutar y aprovechar.
—¿A qué le dicen Mazel Tov?
—NP: Yo cuando se rompe una copa. Como que siento que es un buen augurio.
—BR: Yo más para felicitar a alguien quizás. La verdad que yo no soy judío, no lo digo todo el tiempo, pero sí lo interpreto así.
—¿Con qué les gustaría que se conecte la gente al ver la película?
—NP: Con su vida misma. Con el reflejo de lo que cuenta la película, que es los vínculos entre las personas. Obviamente que puntualmente entre las personas de la familia, pero con las personas. Como uno tiene que tener cuidado quizás cuando habla, cuando dice las cosas, porque del otro lado también hay alguien escuchando y puede herir. A uno le duelen las palabras, al otro le duelen las acciones. Entonces, como hay que convivir todo el tiempo con un montón de personas y tratar de ser lo más sincero, pero políticamente correcto para no romper esos vínculos que a veces son muy fuertes y otras veces son muy débiles.