los '90

El groncho y la dama, una pareja sin igual

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV, diario Hoy recuerda la novela humorística con Hugo Arana y Cristina del Valle.

Corría 1988 cuando se inició una ficción en la pantalla chica que relataría los pormenores de una pareja recién casada. Es decir, esta historia tocaba los lugares comunes de este tipo de comedias pero con detalles innovadores que conquistaron a las generaciones que pudieron disfrutarla. De esta manera, Hugo Arana y Cristina del Valle daban entidad a este sketch titulado El groncho y la dama, que formaba parte del ciclo Matrimonios y algo más, creado por el escritor Hugo Moser.

La historia se plasmó en el imaginario colectivo con una postal que mostraba a la pareja en la cama, charlando antes de irse a dormir, discutiendo por asuntos mundanos y con una escenografía simple, compuesta por un mobiliario acorde a la clase media. En esa situación, cuando ella no tenía la razón, le respondía con sorna: “Cómo me vengo a enganchar con vos si yo tenía una fila más larga”.

La gracia del show, que duró varios años y transitó la década de los 90, consistía en mostrar las diferencias sociales y aspiracionales de cada uno de estos adultos. La rubia, bronceada, con deseos de ascenso social y vivencias de otros, soñaba con una vida aristocrática, aunque estaba muy lejos de ello. Además tenía un tono fingido y nasal característico de ciertas zonas ricachonas de Buenos Aires. Con ese tono, ella solía quejarse porque su marido no cumplía con sus expectativas de ascenso social.

Entre las delicias de la vida cotidiana, la pareja también se mudó, transitó el embarazo de su primer hijo, y todas estas acciones eran conectadas con las circunstancias que ocurrían en un país que comenzaba a transitar la primera presidencia del fallecido Carlos Saúl Menem.

Las discusiones empezaban por diversos reclamos, por ejemplo, porque la mujer no sabía elaborar los platos preferidos del hombre. Además los debates subían de tono; así, él le decía que era muy flaca, moderna y superflua. Entonces, el individuo también recordaba sus romances anteriores al matrimonio: “Me acuerdo de Fulana. ¡Lo que era ese cacho de bestia!”. Además celebraba los atributos de sus ex.

Tras estas experiencias e intercambios, la pareja mostraba una empatía sexual que los unía pese a todo.

Además, el sketch reflejaba situaciones de política y economía, entre otros. Por caso, él criticaba a los familiares de

Mercedes (Cristina del Valle) y su vida sin trabajo. En tanto, Lucho quiso llamar a su hijo como el funcionario que presidía el país.

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