entrevista

“Esta banda sabe de aventuras y está preparada para todo terreno”

En diálogo con Hoy, Fran Formica presenta los detalles del concierto que se trae entre manos.

Durante una entrevista con este multimedio, el artista Fran Formica se expresó sobre su recorrido profesional y el show que dará en este suelo.

—¿Qué sonidos prevalecen en este trabajo?

—Creo que el mágico elemento que mantuvo este formato de banda desde el 2018 a la actualidad es la tesuda idiosincrasia de vivir arreglando y re-arreglando (además de eventualmente agregar y des-agregar) las canciones en función de un norte determinado. Por ejemplo, el año pasado, el 18 de noviembre, hicimos un musical en Guajira en el que con mi banda nos transformamos en gatos, y por ende las canciones tuvieron una impronta más peluda, jeje. Antes de esta oportunidad, hicimos un show llamado “Formica Sports” en el que las canciones (las viejas y confiables) sonaron un poco más atléticas. Entonces, queridos lectores, qué nos queda para este 20 de mayo a las 21 en Pura Vida sino más que honrar al título que lleva esta empresa: “Formica presenta ROC” y darles rienda suelta a esos (como diría mi tío músico) fatos del género. Desempolvar mi chamarra de cuero, mis pantalones de cuero y mi púa de cuero para que suenen esos nada vegetarianos acordes de cuero (tanto mi campera, como mi pantalón, mi púa y los acordes son de cuerina). El mensaje es el de siempre: nunca dejar de confiar en tus sueños y ser uno mismo aunque tus viejos se separen por tu culpa. El otro día caí en la cuenta de que ya llevo 10 años de rock y parece ser un numerito, pero la verdad que estoy para otros 10, 20, 30 o los que tengan que ser. Soy bastante fanático del presente y ansioso del futuro, pero también se saborea ese pasado. El balance es bien positivo.

—¿Qué debilidades y fortalezas encontraste en el camino?

—Em, hay un cliché en los dibujitos que es el famoso diablito y el angelito a la hora de proceder. Bueno, me gusta pensar que los reemplazo por la frustración y el éxito. Dos conceptos totalmente imaginarios con los que dialogo todos los días, sobre todo con la frustración, que es la más constante, pero qué gracioso porque la más vil es la del éxito, y todo esto mientras lavo los platos (entre otras cosas). El hecho de saber que tengo una apoyada en cada hombro lo entiendo como algo bueno. Tengo la habilidad de verlos y, por ende, si así lo deseo (aunque ya dije que les hablo todos los días) ignorarlos, y de esta manera producir libre de las matices que proponen estas entidades.

—¿Cómo te preparás para esta fecha?

—Muy bien, gracias. Chiste. Hablo por mí y por la banda en esta oportunidad. Nos preparamos excelentemente bien, con la dosis de ensayo necesaria para la ocasión, y lo entretenido que va a tener este recital es que es muy físico, muy de pedirle a Diosito que me permita llegar entero al último tema. Pero bueno, esta banda sabe de aventuras y está preparada para todo terreno, así que que el público se sostenga las pantaletas porque se viene un rock.

—¿Cuál es tu opinión sobre la escena local?

—Que son todos unas viles arpías que solo quieren mi estabilidad mental y mis alumnos particulares. Mentira. Que somos todos colegas y nos divertimos mucho haciendo el rock, y algunos somos amigos, y otros no somos amigos pero nos conocemos y nos llevamos bien, y otros no somos amigos ni nos llevamos bien, y otros no sabemos que existimos. Pero vaya que es rica en nutrientes, eh. Hay de todo y para todos los gustos, sobre todo dependiendo la dirección en la que toques y cuán beige es el pulóver que te pusiste.

—¿Por qué recomendarías al público que concurra al show?

—Es un show tan artesanal, dedicado, y el mensaje es tan claro, que a veces no es fácil venirme a ver. No sé si realmente quiero que te diviertas, medio que quiero que me amen de una manera puntual que ni yo sé cuál es. La otra vez, mi psicóloga me dijo: “Sos muy celoso de tu música y no dejás que nadie entre”, y la verdad es que tiene razón, pero bueno, al mismo tiempo quiero grabar un disco ahora post 20 de mayo, así que me viene bien esa venta de entradas. La otra vez, acá en el diario dije: “Me iría a ver si fuese posible”, pero me arrepentí, ni yo me lo merezco.

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