Gianfranco Quattrini juega con la comedia romántica

Con un logrado timing y buenas actuaciones, la propuesta demuestra que aún hay mucho recorrido por hacer en el tema del humor

Encintados, protagonizada por Benjamín Amadeo, Maddyel Ugaz y Ximena Palomino, cuenta el derrotero de una pareja que desea tener un hijo y debe acudir a una solución extrema para lograrlo. Para saber más de la propuesta, rodada en Perú, hablamos con Gianfranco Quattrini, su director.

—La película viene de un gran estreno en Perú, donde se rodó, y ahora finalmente llega a la Argentina. ¿Feliz por el estreno local?

—Para mí es como cerrar el proyecto, pasar la página y empezar a pensar en otras cosas. Porque es muy distinto cómo puede ser recibida la película. En Perú es un tema tabú y acá no, está más resuelto.

—Tal vez nosotros creemos que sí, pero muchas veces pasa, por ejemplo, que dos mujeres se besan en un lugar público y las expulsan del lugar. Siempre hay alguna situación particular...

—Sí, pero acá hay más inclusión y en Perú directamente exclusión. Cuando empecé a pensar la película la imaginé más abierta, y quería hacer una película de género, una comedia, donde se toca el tema tabú, pero con un universo que hace que el tema pueda llegar. En mi camino como director me interesa interpelar al público, no estoy obsesionado por llegar a festivales, soy mucho más llano, me interesa explorar, y hacer esta película de género es una decisión, empezando a aprender a manejar ciertas reglas, imaginar la estructura, escondiendo el rostro del director pero con un gran trabajo moviendo muchos engranajes.

—La comedia necesita de un movimiento alrededor de todos sus componentes, no solo el interpretativo, que tienen que funcionar a la perfección. Vos solés cumplir muchos roles en una película, ¿es difícil delegar para que eso suceda?

—Esta es una comedia emotiva, o sentimental, mueve, y eso es difícil. Fue un trabajo de muchos ensayos con los actores, el casting, es una película que tardó mucho tiempo en hacerse. Creo que la comedia está como desvalorada, aunque creo que puede servir para hablar muchas cosas. Fue un trabajo lindo y un desa­fío a la vez, porque yo además fui el productor, soy el productor peruano de la película, y si bien tuve ayuda, estaba viendo cómo hacer todo, todo el tiempo. Contaba con Alejandro Zito y Alejandro Cacetta en la producción argentina, que me apuntalaron, además de apoyos económicos por el tema que trataba. Y me interesaba hacer esta propuesta porque es mi tercera en largometraje y quería que se vea que puedo contar historias.

Noticias Relacionadas