La guerra de las películas del Mundial

Desde el jueves, en los cines de todo el país, dos propuestas se disputan al público. Independientemente de los resultados, una de ellas tiene todo lo que había que transmitir.

El 18 de diciembre será el aniversario del primer año desde que la selección masculina de fútbol de Argentina obtuvo la tercera Copa Mundial en Catar.

Independientemente de que seguramente los medios de comunicación recuerden la fecha con diferentes homenajes y materiales, los cines, desde el jueves, celebran también. Tanto Muchachos, la película de la gente como Elijo creer, la película oficial de la selección, llegaron para disputarse las entradas. Lo cierto es que una de ellas logra transmitir lo que se esperaba de una producción sobre la épica mundialista.

La pelea comenzó semanas antes de su llegada a las salas, y comenzaron a ser noticia por un hecho muy particular. Ambas producciones son narradas por dos populares actores que fueron parte de la película que ganó el Óscar como mejor producción internacional, El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella. Ellos son, nada más ni nada menos que Ricardo Darín (Elijo creer) y Guillermo Francella (Muchachos), intérpretes reconocidos por el público.

Yendo específicamente a las propuestas, ambas, claro, serán recordadas en el tiempo por llevar a la pantalla uno de los hitos deportivos de Argentina, la obtención de la tercera copa. Que significó una verdadera montaña rusa de emociones para los jugadores y los espectadores, siendo que de por sí el propio derrotero. Poseía un interés narrativo que ni el más hábil y experimentado guionista podría haber imaginado.

Elijo creer, la película oficial de la selección, tenía una ventaja por sobre Muchachos, material oficial que la AFA proveyó, como así también la realización de entrevistas especiales a un grupo reducido de jugadores, con testimonios inéditos de su paso por Qatar y determinadas cuestiones ad hoc al Mundial.

En el caso de Muchachos, la película de la gente, es el racconto perfecto, preciso y emotivo, de las vivencias de la gente, con la participación de los personajes claves surgidos durante cada instancia. Por ejemplo, la abuela a la que se le cantaba “abuela la la la la la”, y videos entre los que se destaca un festejo desde un balcón que termina con la caída del celular que registra el momento.

En principio se podría pensar que ambas propuestas son correctas, claro que lo son, y que quedarán en el recuerdo como la cristalización de los festejos y la épica de cada uno de los partidos, también. Pero hay una que supera todas las expectativas y logra, escena tras escena, transmitir todo el conjunto de emociones vividas.

Esa película es Muchachos, que gracias a un guion conmovedor de Hernán Casciari y la dirección certera de Jesús Braceras, Francella nos lleva de la mano por el hermoso camino que significó salir campeones del mundo. En cambio, Elijo creer se presenta como una propuesta fría, distante, con una narración casi de compromiso por parte de Darín, que no ayuda a que el relato trascienda la pantalla.

Las dos están en los cines, se complementan y hasta hermanan, pero sin dudas Muchachos es la película que pudo capitalizar de la mejor manera aquello que todos vivimos.

Noticias Relacionadas