entrevista

Chloe Domont: “Es excitante ver el tipo de conversación que la película está generando”

Cuando Juego Limpio llegó a la última edición del Festival de Cine Independiente de Sundance, nada haría suponer que se convertiría en uno de los grandes éxitos de este año.

Juego Limpio, protagonizada por Phoebe Dynevor y Alden Ehrenreich, se puede ver en Netflix. Cuenta la historia de Emily y Luke, una pareja que ve cómo todo comienza a tambalear en sus vidas cuando ella recibe un imprevisto ascenso.

La creadora de este relato apasionante, que muestra la misoginia en el mundo laboral, es Chloe Domont, realizadora que debutó con esta narración. Pudimos hablar con ella en exclusiva para saber detalles de sus orígenes en el mundo del cine y cómo fue rodar una de las grandes películas de este año.

Desde su primera escena, Juego Limpio sorprende por la veracidad con que se narra la pasión entre los protagonistas, de una intensidad tan potente que puede ser decisiva tanto mientras tienen sexo como cuando debaten el porqué del accionar del otro, en medio de un clima laboral que impide que cada uno se comporte como realmente quiere.

A medida que va avanzando el relato, Emily y Luke serán víctimas de un sistema arcaico laboral que sigue sometiendo a la mujer a determinados mandatos y comportamientos, exigiéndole demasiado.

—¿Cuándo supiste que querías ser directora de cine?

—De muy joven, tal vez a mis 14 o 15. Empecé escribiendo, a mis ocho, primero, poesía, luego otro tipo de escrituras, y así empezó todo.

—¿Imaginaste el impacto que iba a tener la película en todo el mundo tras su paso por Sundance, y que con la llegada a Netflix se convertiría en uno de los títulos más vistos en todos los países donde tiene presencia la plataforma?

—No soy una profeta, así que no sabía esto (risas). Pero ha sido completamente increíble y excitante ver el impacto que la película está teniendo, y más importante el tipo de conversación que está generando. Lo que se está escribiendo sobre ella en relación con este punto, el debate que disparó la película, los acuerdos y desacuerdos con el relato. Creo que eso es lo más importante que abrió Juego Limpio. Este tipo de conversaciones y debate sobre estas anticuadas dinámicas de poder entre los géneros, teniendo en el centro la tensión que existe entre hombres y mujeres en los lugares de trabajo y detrás de las puertas de los dormitorios.

—¿Hiciste alguna investigación sobre el mundo de las finanzas antes de rodar la película?

—Tuve algunas charlas con consultores o asesores económicos por teléfono, y luego tomamos algunos tragos y les preguntaba cosas. Simples en un primer momento, pero a medida que tenía cada vez más información del mundo de las finanzas, iba haciendo preguntas mucho más profundas, sobre las dinámicas del trabajo y las tensiones que podían surgir en el lugar, cómo crecían entre los puestos. Y una vez que tuve eso les compartí algunos de los diálogos para que me compartan sus pensamientos, y así fue el proceso.

—¿Cuándo supiste que Phoebe y Alden eran el casting ideal para Juego Limpio?

—Casi de inmediato, tuve una reacción muy grande. Los conocí por separado, y Phoebe era perfecta para Emily, porque era vulnerable y cálida al interpretar, pero también había algo de cierta fiereza, y estaba confiada que me podía dar ese rango de actuación. En cuanto a Alden, él es un increíble y talentoso joven actor, tiene un arco en la película complicado. Desde dónde y cómo comienza hacia dónde va, porque es encantador y adorable y luego va a lugares muy oscuros. Además, me gustó que ellos nunca juzgaron a los personajes, solo se metieron en los roles.

—Para todos aquellos que aún no vieron Juego Limpio, si tuvieras que darles razones para que lo hagan, ¿cuáles serían?

—Creo que porque cualquiera puede relacionarse y sentirse identificado con la película en algún nivel. Lo admitan o no, creé algo entretenido, vívido, shockeante, de alguna manera, pero consciente que hace algunas preguntas importantes que creo que todos nos tenemos que preguntar a nosotros mismos, como por ejemplo, cómo podemos sentirnos libres y romper con anticuados modelos de género en los espacios laborales. Respetando y amando al otro.

—¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?

—Sí, ya lo estoy haciendo. Estoy trabajando en mi próxima película.

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