La mamá de Britney Spears, con muchos problemas económicos

La mujer que hay en mí es el nombre del libro que redactó la estrella pop, Britney Spears. Una autobiografía que trae sus memorias desde que comenzó su carrera, junto a otros niños que también se hicieron famosos, en el Club de Mickey Mouse.

Según algunos medios estadounidenses, la madre de la cantante, Lynne Spears de 68 años, estaría pasando uno de los momentos más complicados a nivel monetario, ya que sus cuentas comenzaron a estar en rojo.

La madre de la cantante posee el título de maestra de escuela primaria y ejerció por algunos breves lapsos, antes de que su hija salte a la fama.

Por esos años, Lynne era propietaria de una guardería en la ciudad de Kentwood y luego, con los viajes que eran cada vez más seguidos, la docente tuvo que dejar sus obligaciones y dedicarse a su hija y su inminente carrera musical.

Con el correr de los años, madre e hija escribieron un libro, que se publicó en el año 2000, titulado Corazón a corazón. Más tarde, continuó redactando algunos libros sola, sin la ayuda de su hija, y algunos incluso llegaron a ser adaptados en filmaciones.

Pero luego, con la disputa que mantuvieron con su hija por la tutela de la artista, todo se vino a pique y debió volver a dar clases, ahora como suplente, para lograr pagar las cuentas. Lynne, este último tiempo, comenzó a tener diversos problemas económicos desde que su relación con la cantante se quebró.

La madre de Britney tiene un blog, junto con unos amigos donde hacen reseñas de restaurantes, pero con esto no genera ningún tipo de ganancia y es solo como hobby.

En abril del año pasado, la tutela que su padre ejercía sobre la cantante finalizó cuando la causa se llevó a la corte. Estuvo 13 años bajo la tutela de James Spears, quien no dejaba que Britney pueda hacer cosas, como por ejemplo casarse o ser madre de nuevo. Incluso, las interminables giras hicieron que la estrella ahora tenga algunos problemas de salud a causa de esa explotación.

La madre de Spears también le exige el pago de ciertos honorarios que, según ella, tuvo que desembolsar por los gastos en los que tuvo la tutela. Lynne, que había asistido a las audiencias como “parte interesada”, buscaba que Britney cubriera la factura de más de 660.000 dólares.

Sin embargo, el abogado de la cantante rechazó rápidamente la solicitud, basándose en que la estrella pop fue el principal sostén de la familia.