entrevista

Lorena Muñoz: “Soy una gran admiradora de Mafalda pero también de Quino”

En la recientemente estrenada Releyendo: Mafalda, revisa la permanencia del icónico personaje que trascendió fronteras e idiomas.

Ya está disponible en Disney+ y Star+ Releyendo: Mafalda, una serie de cuatro episodios que revisa el icónico y revolucionario personaje creado por Joaquín Salvador Lavado Tejón “Quino”. A casi 60 años de su primera aparición, hace un recorrido desde su nacimiento, por encargo publicitario, hasta su vigencia en nuevas generaciones. Lorena Muñoz es la directora de la propuesta y con ella hablamos en exclusiva.

Los cuatro episodios de 30 minutos que componen la serie trazan los pasos de Mafalda, desde Buenos Aires, pasando por Milán, París, Madrid y Ciudad de México. En el proceso quedan reveladas las primeras ediciones de la historieta, así como sus traducciones a decenas de idiomas, sus versiones en colores y sus animaciones. La serie también va en busca de relatos de editores y personas allegadas a Quino que dan cuenta de cómo se expandió la tira y de cómo su creador se consolidó como artista. Además, cuenta con testimonios de Maitena, Liniers, Montt, Tute, Rep, y personalidades de la cultura latinoamericana que se confiesan fans de Mafalda como Darío Barassi, Agustín “Soy Rada” Aristarán, Mariana Fabbiani, Consuelo Duval, Paty Cantú, Santiago Segura y Gabriela Sabatini.

—¿Cuándo leíste por primera vez a Mafalda? ¿Recordás cuál de los libritos o cómo fue esa primera vez?

—No, no me acuerdo porque Mafalda me antecede, en casa estaba antes de que yo llegara al mundo, aparte mis hermanos tenían esos libros, son mayores que yo y bueno mis papás también, así que no me acuerdo. Porque además formaban parte de la casa, mi papá tenía una biblioteca bastante grande y los libros de Mafalda estaban al alcance de la mano, había algo en mi casa como siempre de una política de que los libros estén bien al alcance de la mano. De hecho, mi papá buscaba siempre algo, si había alguna duda de algo rápidamente recurría como un diccionario que era unos tomos que teníamos ahí cerca de la mesa para buscar información. Así que Mafalda fue como una lectura casi obligada, muy feliz por cierto, pero yo creo que incluso aprendí a leer con Mafalda.

—¿Tenés el recuerdo de alguna de las historietas que en ese momento te llegaron?

—No, pero algunos de los relatos maravillosos de Mafalda, así como muy presentes, sí me acuerdo mucho de cuando nació el hermanito, apareció ahí en la historieta. Me acuerdo mucho de las vacaciones en la playa, del auto, de la compra del auto y como el padre lo cuidaba, de los trabajos de la mujer en la casa, de la madre. Me acuerdo mucho de eso más que de las relaciones entre los amiguitos, no sé cómo todo ese mundo de clase media que en ese momento no me daba cuenta y estaba totalmente identificada también yo, mi familia, con mi parte muy porteña también, por eso para mí es tan intrigante que haya sido un boom tan grande en el mundo, y se haya traducido a tantos idiomas. El otro día hablaba con mi papá de esto justamente, hablábamos de cuándo había sido el momento en el que él había comprado los libros, y tampoco se acordaba.

—Muchos hemos heredado la lectura y los libros de Mafalda y creo que muchos les regalamos a nuestros descendientes también para continuar con el legado...

—Con mis hijos, a mí también me pasó. Vos los conocés, y es raro también porque uno piensa en Mafalda y que es una lectura que tanto lo puede leer un chico como alguien como un adulto y cumple como esa doble función. Triple, en realidad, de ser una denuncia social, política y al mismo tiempo lo entretenida que es la historia, los dibujos, como que reúne muchas condiciones, o sea la belleza de lo gráfico, de lo creativo del dibujo y al mismo tiempo también el contenido que es el ideal.

—Y que está en esas capas que vos revelás a lo largo de los cuatro episodios de Releyendo: Mafalda, y que lo van contando dibujantes, personalidades y demás, contame, ¿cómo fue un poco esa selección del universo de la serie?

—Cuando a mí me convocaron para el proyecto ya había como una especie de argumento donde ya estaba estipulado, no me acuerdo exactamente si ya eran cuatro capítulos o fue una decisión posterior. Estamos hablando de finales del 2019, creo que es esa fecha, comienzo del 2020, como justo ahí prepandemia. Y bueno, lo que teníamos en claro era que había como tres tipos de invitados. Por un lado, estaban los familiares, que para mí era muy valioso porque no los conocía y no son figuras públicas, como los actores o como otros artistas que después formaron parte de la serie y que traían no solo una cantidad de anécdotas o de situaciones muy íntimas que para mí son muy valiosas, sino que además tenían archivos que era que eran inéditos y que tuvimos ese privilegio de verlo, catalogarlo y poder disfrutarlo. Algo que para mí es una joya total que tiene la serie, entre otras cosas, por esas intervenciones hablando y contando un poco la génesis del proyecto, la génesis de Mafalda. Por otro lado, estaban los historietistas que en muchos casos también son amigos entrañables y que lo conocían muy bien. Parte del equipo de producción fue como recopilando la información de que eran fanáticos de la historieta de Mafalda, entonces se los fue llamando con ese criterio también.

Quino y su universo único

Releyendo: Mafalda, nominada como mejor documental en la sexta edición del Festival Canneseries, que se celebró entre el 14 y el 19 de abril de 2023, devela el proceso desde las primeras ediciones de la historieta, así como sus traducciones a decenas de idiomas, sus versiones en colores y sus animaciones. La serie también va en busca de relatos de editores y personas allegadas a Quino, que dan cuenta de cómo se expandió la tira y cómo su creador se consolidó como artista, mientras que referentes del mundo académico aportan su visión acerca de cómo y por qué Mafalda es un fenómeno que interpela a lectores de todo el mundo.

—Cuando fuiste convocada, ¿ya estaba la idea de que fuera una serie sobre Mafalda y sobre Quino?

—Sí, eso fue desde el comienzo, desde la génesis también. De hecho, cuando a mí me llamaron para el proyecto, se ideó y se gestó con Quino vivo, que también es algo para mí, valioso, porque él estuvo de acuerdo y hay algo, si bien es un homenaje y quién podría no estar de acuerdo. Es lindo saber que vos sabés lo que es el trabajo con las biografías y con las historias de vida y para mí es como delicado y me gusta siempre que, no solamente tener esos derechos, sino que hay un consentimiento de parte de la familia, eso es muy lindo.

—¿Por qué creés que en vos se deposita o se te convoca justamente para trabajar con estas figuras tan populares? Porque estamos hablando ahora de Mafalda, pero hablamos de Gilda, recientemente Maradona, Rodrigo...

—Yo creo que es porque a mí me encanta, la verdad que disfruto muchísimo de trabajar con estos personajes. A mí me entusiasman mucho las historias de los ídolos populares y entonces también tengo el privilegio de poder elegir los proyectos. Que es algo que, sobre todo en el país en el que estamos viviendo ahora, es un triple privilegio, pero bueno, puedo por suerte elegir en los últimos años, ya desde hace un tiempo. Desde Gilda te diría que fue como mi salto a la fama, que pude como elegir los proyectos en los que quiero participar y bueno, este es un proyecto que me convocó y que me encantó desde el primer momento en que me lo propusieron, porque soy una gran admiradora de Mafalda, pero también de Quino. No solo de su obra, sino de la consecuencia de este hombre, que es impresionante. Mi admiración no es solo hacia su obra, sino también hacia él, hacia su vida, así que bueno, muy feliz de trabajar en esto.

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