entrevista

“Moses me escogió a mí”

Dejando de lado el cine publicitario, Fran Guijarro presenta su primera película documental, que le llevó más de 15 años de rodaje.

Tras presentarse en el último Festival de Cine de Málaga, Moses, de Fran Guijarro, cuenta la historia de un hombre que vivió la mayor parte de su vida en la calle y, gracias al encuentro con el realizador, recuperó parte de su vida pasada. En diálogo con diario Hoy, el director español reveló detalles de su llegada al cine y su encuentro con Moses.

—Antes de hablar de este proyecto en particular y de tu trabajo, me gustaría saber, ¿cuándo supiste que querías ser director?

—Pues hace tiempo, o sea, yo fui a la Universidad de Navarra y empecé mi licenciatura en Publicidad. En segundo año podíamos optar al cambio de cine o periodismo y en ese segundo año yo me di cuenta con las clases que estaba tomando de que el corazón me iba más al cine que a la publi y me dieron el cambio. Una profesora me recomendó, ya que has empezado la rama de publicidad y luego te quedas un año más y estudias cine. Y nunca lo hice porque me recibí y empecé a trabajar en agencias. Fui rodando muchos comerciales, haciendo muchas campañas y viendo a tanta gente haciendo películas pequeñitas de 30 segundos. Que yo seguía con esa inquietud y empecé a hacer cortometrajes por mi cuenta.

Y un verano me fui a la escuela de cine en Cuba, en San Antonio de los Baños, y cuando volví tenía claro que si la vida me daba una oportunidad podía salir hacia adelante haciendo cine. Pues casi que la publicidad siempre me ha acompañado, porque me ha ayudado a pagar las facturas de San Francisco, que son caras y la vivienda y tal. Pero, bueno, hoy ya por fin puedo decir que tengo un largometraje terminado y ojalá que sea una puerta que se abra para más proyectos.

—Mencionás la escuela de San Antonio de los Baños, que es un ícono para la formación, pero ¿tenías algún referente del cine?

—Sí, en España muchos, Almodóvar siempre me ha gustado. Es verdad que aquí el cine documental, por lo menos cuando yo era más pequeño, no tenía tanta información o por lo menos yo no estaba tan expuesto y sí que mis referentes eran más de ficción. Luego, en Estados Unidos, en Latinoamérica, tuve la suerte de conocer al director chileno Andrés Wood, que hizo Violeta se fue a los cielos. El guionista de esa película fue mi profesor en San Antonio de los Baños y un poco me fue contagiando de todas estas personas referentes, de toda la vida del cine y luego gente que tuve la suerte de conocer en persona en la escuela de Cuba.

Me fui porque la clase que yo quería estudiar la daba Gabo, pero se puso malito. Entonces, bueno, fue ese año en el que se puso malo y yo cuando llegué a Cuba pensaba que la clase le iba a dar a él y me dijeron que no, entonces cuando me volví a San Francisco él me contagió de querer hacer filmes. De hecho, estuve incluso planteándome la opción de abandonar mis estudios, que estaba haciendo una maestría de creatividad publicitaria en San Francisco y quedarme los tres años en San Antonio de los Baños, y al final me regresé y los terminé, pero sí fue un poco mi camino.

—El proyecto que tenés entre manos es un proyecto que llevó mucho tiempo, ¿su realización tuvo que ver con estas idas y venidas y decisiones que fuiste tomando?

—No, en realidad no, el proyecto de Moses ha sido un documental rodado a lo largo de 15 años. Yo cuando empecé a filmar, de hecho, el principio del documental es un corto de ficción que yo escribí en este periodo que te he descrito. En donde seguía haciendo publicidad, pero ya estaba haciendo mis cortos y lo primero que escribí fue un corto que se llama Wish, que, si bien es de ficción, al final tiene un giro donde el espectador descubre que el protagonista principal es un sin techo que está actuando, si no es una persona que vive de verdad en las calles de San Francisco. Entonces ese giro de guion involucraba a una persona que vivía en la calle de verdad, y así fue como Moses y yo nos conocimos. Entonces ese era mi proyecto, hacer ese cortito con una persona en situación de indigencia.

Varios aspectos de la vida de Moses me fueron enganchando y yo durante años grababa de una manera muy inocente con mi cámara, tipo verité. Hasta que la historia se empezó a hacer más grande, empezaron a salir temas que daban estructura a un documental largometraje y también su propio viaje de redención. Porque al final Moses es una persona que después de vivir casi 25 años en la calle de San Francisco, tuvo ese giro positivo de la vida, don­de se reconectó con su vida, con su familia y con su música, y eso llevo tiempo. Entonces, fue una mezcla de todo al final, es como que esos 15 años yo siempre digo que es un millón de la vida y que en el documental pasa así. Uno nunca sabe o muchas veces uno nunca sabe cuando empieza dónde va a terminar.

—Empezó con un corto, pero ¿después aceptó rápidamente que vos lo filmaras? ¿Cómo fue llegar a él y que te permitiera registrarlo?

—Pues, mira, esa pregunta... Es que yo creo que es él que me escogió a mí. Y todo fue porque en el proceso este de casting para encontrar a un sin techo de verdad que pudiera protagonizar el cortometraje de ficción Wish, yo hablé, pues, con unas veinte personas, gente que yo ya había localizado en la calle y que estaban de camino a la escuela. Y, bueno, todo el mundo me dijo que no lo haga por un montón de situaciones que entiendo, falta de confianza o a lo mejor la persona con la que estaba hablando, pues, no estaba mentalmente estable. O también me encontré con gente con síntomas de estar, pues, eso, consumiendo con una adicción grande en las calles, y todos me dijeron que no por una razón o por otra. Así que, bueno, fue duro porque pensábamos que si no encontrábamos a alguien de verdad que lo quisiera hacer, pues, igual había que cambiar el guion y que el corto no terminara así.

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