Músicos argentinos que pasaron por la pantalla

Desde apariciones emblemáticas hasta algunas olvidadas, diario Hoy recuerda a algunas figuras de la música que tuvieron sus quince minutos de fama en televisión o en cine.

En la historia popular argentina hay figuras emblemáticas que han tenido recorridos exitosos y celebrados tanto en la actuación como en la música. Sin ir más lejos, acaso uno de los pioneros sea uno de los más grandes artistas de todos los tiempos, como es Carlos Gardel. Otro emblemático, y que también pertenece al mundo del tango, es el inolvidable Enrique Santos Discépolo que también participó en varias películas. Ni que hablar de las cancionistas como Tita Merello, Niní Marshall y Ada Falcón. Además de ello, se pueden citar casos tan paradigmáticos y emblemáticos como el del Zorzal Criollo. Por ejemplo, Palito Ortega, Leonardo Favio y el mismísimo Sandro, el inolvidable “Gitano de América”.

Pero más acá en el tiempo aparecen los nombres de algunos músicos que tuvieron sus más o menos esporádicas apariciones y participaciones en películas, series o telenovelas. Por ejemplo, Santiago Motorizado –de la banda platense El Mató a un Policía Motorizado– tuvo su propio cameo en la celebrada serie El marginal, que retrata el mundo carcelario en el penal de San Onofre. Allí se pone en la piel de un delincuente que busca desmantelar un auto que acaba de robar. Justamente, en la creación de Sebastián Ortega, además de la trapera La Joaqui, también participa Dak1llah.

Otro caso muy recordado es el de Rosario Bléfari, que participó en muchos proyectos, pero valen destacar las películas Silvia Prieto (1999) y Planta permanente (2019). La celebrada Casi feliz –que tuvo a Seba Wainraich y Natalie Pérez como protagonistas– contó con la participación de, nada más y nada menos, Wos. Él aparece en la primera temporada interpretando a uno de los alumnos de una clase a la que asiste Natalie Pérez.

Uno de los casos más recordados es el de Iván Noble. El músico y cantante de la banda de rock Caballeros de la Quema se puso en la piel de “El Mudo”, en la creación y tira policial de Polka 099 Central. Las crónicas de la época no señalaban, justamente, las dotes actorales de Noble que luego tendría otra participación en un filme del director Raúl Perrone, Peluca y Marisita. Un contemporáneo de Noble y también cantante de una banda emblemática hizo de las suyas en el cine. Se trata de Gabriel Fernández Capello, más conocido como Vicentico.

El cantante de Los Fabulosos Cadillacs participó en varios proyectos cinematográficos. El primero fue 1000 boomerangs (1995), en la que una banda de rock varada en Buenos Aires pasaba un fin de semana en el campo. Pero su papel más emblemático es, además de la ya citada Silvia Prieto, en Los guantes mágicos (2003), donde interpretó a un conductor cansado de hacer su monótono trabajo a bordo de un Renault 12 y que, buscando cambiar la situación económica en la que se encuentra, vende el auto y se inicia en el negocio de los famosos guantes mágicos. Fue justamente en una de estas películas que conoció a Valeria Bertucelli, con quien son pareja hasta hoy en día.

Sin dudas, uno de los papeles más recordados es el de Norberto “Pappo” Napolitano. El “Carpo” formó parte del staff de Carola Casini, serie de Polka de 1997 que se emitió por canal 13. Así, Pappo se codeó en la pantalla junto a Juan Palomino, Federico D’Elia, Nicolás Cabré, entre otros. Allí, él interpretó a Enrique Angelozzi, justamente el mecánico de la protagonista Carola Casini. Es conocido el amor que procesaba Napolitano por los autos y fierros por lo que hay que descontar que estaba en su salsa. En aquel entonces llegó a declarar: “No gano mucho: por mes me pagan lo mismo que saco por un show. Lo hago porque me divierto como loco”.

Por su lado, Araceli González compartió alguna vez más de una anécdota que llegó a vivir con Pappo. En alguna entrevista contó: “Lo amo. Pappo me propuso matrimonio, y esto es verdad. Yo estaba recién separada. Lo conocí en Carola Casini. Como soy fierrera y él lo era también, en Carola hicimos una amistad hermosa. Grabábamos muy cerca de su casa. Él vivía con su mamá y su hermana. ¡Y nos llevaba a la casa de su madre a tomar la leche con vainillas!”.

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