Nacho Toselli: “Cada personaje es un mundo”

Curioso, inquieto e hincha acérrimo de Estudiantes de La Plata, Ignacio Toselli es un actor que desplegó su magia en Días de vinilo y Buena Vida Delivery, entre tantos otros proyectos. En diálogo con diario Hoy, se expresó sobre el camino andado.

—¿Cómo llegó el oficio a tu vida?
—Empezó con las ocasiones simples de disfrazarme de payaso, asustar a mis primos, componer personajes. Siempre estaba afiliado a los actos del colegio. Mi hermano trabajaba en una compañía discográfica, precisaban a un chico para un clip de una banda de heavy metal. Ese fue mi debut en lo audiovisual. Sucedió como un juego. Tiempo después, estuve en Ficciones, un unitario de Sergio Renán donde trabajé con Miguel Ángel Solá. Fue la primera vez que vi la “cocina” del actor, me atrapaba el detrás de escena. Cada personaje es un mundo, y si no estás trabajando, de alguna forma hay que actuar. Con mi primer sueldo compré una campera de jean para mi hermano porque se le quemó el auto y perdió la suya en esa tragedia. Con el segundo, compré la mía, que era un objeto fetiche. Estuve en un programa de Mauro Viale donde junto a un grupo de actores debíamos hacer las recreaciones de determinados casos.

—¿Y fuiste el chico de la moto en el programa de Susana Giménez? Como actor, ¿hacer reír es difícil?
—Había que ser superprofesional, se grababa todo en vivo y aprendí mucho sobre comedia. Era todo como un vodeville, muy teatral. Exigía estar muy concentrado. Ella es muy buena improvisando. Respecto al humor se trata de una elaboración que el actor tiene como agregado, un componente propio más allá del guión.

—Dejaste todo para estar en la cinta Buena Vida Delivery
—Corría el año 2001, tenía un contrato en Telefe, mi representante me indicaban que las películas no se terminaban o los rodajes quedaban truncos. Opté por el proyecto que fue importante en mi vida, viajé a festivales por mi trabajo. Con el tiempo, se volvió una película de culto dentro del cine independiente pues se resignificó el tema de la historia argentina, las crisis, lo cíclico de Argentina. Hay que acostumbrarse a arreglarse con poco, es decir navegar la incertidumbre. Ganar plata por hacer lo que te gusta es un placer.