entrevista

Paco Cabezas: “Vi Taxi Driver con 8 años, ese fue el momento clave en donde todo se conectó”

El talentoso realizador vuelve a la TV con la segunda parte de una saga que nos permite reflexionar sobre vínculos y relaciones de poder.

Tras el éxito de La Novia Gitana, Nerea Barros vuelve a ponerse en la piel de la inspectora Elena Blanco en La red púrpura, serie de ocho capítulos que puede verse en Atresplayer y que adapta la segunda novela de la saga de Carmen Mola, una de las revelaciones literarias más importantes de los últimos años. Paco Cabezas vuelve a ponerse tras las cámaras y hablamos con él.

—¿Cuándo supiste que querías ser director?

—Bueno, parte un poco todo de que mis padres me dejaban ver películas desde muy pequeño, y recuerdo alquilar videojuegos, VHS, y recuerdo de ver Taxi Driver muy pequeño, y marcó una diferencia porque hasta entonces yo todo el tiempo pensaba que las películas ocurrían en directo, pensaba que estaban pasando en ese momento, no entendía el aspecto del director, y de repente vi Taxi Driver con 8 años, el plano final, cuando de repente el personaje de Robert De Niro, mata a todo el mundo, se lleva la mano a la sien, y de repente la cámara se alza en un plano cenital que va recorriendo todo el decorado, ahí de repente en mi cabeza como que hizo un click, y dije ¿pero qué está pasando?. Y entonces vi que había una cámara, que había una persona que movía esa cámara, y yo no sé cómo se llamaba esa persona, pero yo quería hacer eso, entonces creo que ese fue el momento clave en mi infancia donde todo se conectó.

—Ahí me estás hablando un poco de algunas influencias, en este caso Taxi Driver y todo el juego que tiene de cámara, pero en tus películas, ¿vos decidiste a partir también de que querías ser director, de que siempre iba a haber mucho vuelo en tus películas, que si podías lograr dirigir, ibas a avanzar con los proyectos, que ibas a jugar un poco con la cámara y con el cine?

—Sí, digamos que yo siempre, al ser de barrio, realmente yo no he estudiado una carrera de cine, he trabajado en un videoclub, entonces siempre he considerado que hacer cine era una suerte, era un milagro casi, entonces desde la primera película que rodé, en Buenos Aires, Carne de Neón, se creó una cosa en mí de decir, bueno, esta probablemente sea mi última película, solo me dejaron hacer una, luego me dejaron hacer dos, luego tres, entonces tengo siempre la sensación de que tengo que poner toda la carne en el asador y contar una historia lo más visual posible y lo más extrema posible.

—Estás con esta trilogía, ¿es más fácil volver a un universo que también creaste vos, más allá de la adaptación? ¿Es más fácil, es más difícil?

—Bueno, digamos que los autores me dieron total libertad, porque creo que se han dado cuenta que es un mundo propio y creo que básicamente tenemos una libertad total de volar más allá del material, porque los personajes han crecido muchísimo.

Noticias Relacionadas