Pepe Cibrián Campoy: “Soy un privilegiado absoluto”

Inquieto y multifacético, el creador que recientemente ha presentado su línea de accesorios, los libros de sus obras y nuevas propuestas teatrales suma un unipersonal.

Pepe Cibrián Campoy vuelve a subirse al escenario para protagonizar Pepe con Pepe, un espectáculo intimista que propone un repaso por su vida personal y artística. El estreno está previsto para el próximo 11 de marzo en Timbre 4 (México 3554), en pleno corazón de Boedo, CABA. Con él hablamos para saber más detalles de su espectáculo.

—¿Cómo surge la idea de hacer este espectáculo y también homenajear a tus padres en él?

—Yo creo que es un homenaje familiar, porque he sido y soy una persona muy homenajeada desde muchos lugares, he recibido distinciones desde Ciudadano Ilustre por el Senado, porque he hecho cosas para recibirlas, he hecho muchas cosas, pero no sé si no me creo importante porque eso me parece una tontería los que se creen importantes. Sí sé que ha aportado mucho, esto es largo, soy luchador, sigo haciéndolo, voy a cumplir 75 años y esa tontería de me siento de 20, no, me siento vital, no sé si de 20 ya. Los 20 estuvieron buenos, aunque no me acuerdo muy bien de mis 20, pero sí entiendo que sí ya era un luchador Entonces este espectáculo, Pepe con Pepe, que no pretende para nada ser solemne, es sobre un hombre de teatro, la historia del teatro y de la vida y mi familia, de la mía, con mucho humor, con anécdotas, con realidades que la gente desconoce, con canciones de mis obras y de otras que no son sino que tiene que ver conmigo. Mi padre fue un hombre que vivió en la guerra, y siento que siempre fue un hombre que vivió con un sueño imposible, soñaba racional y ahí se unen las canciones con la historia. No es un recital de canciones porque no lo es, es una suma de canciones, de anécdotas, de vivencias familiares que la gente desconoce, absolutamente de todo tipo, duras, fuertes, simpáticas, divertidas, muy tiernas en definitiva, y creo, no sé, me da la sensación que tengo la capacidad y la autoridad de la historia, de la lucha y de una suerte de verborragia generalizada, de la Campoy, y quizás que de mi padre, aunque lo era, pero de otra manera.

Yo tengo la libertad, el privilegio de poder hacer esto, y desde este lugar hablo en la obra, en el espacio, en un inmenso camarín, como es mi vida, mi casa, tan exagerado el todo, y con un pianista maravilloso, Daniel Plagier, que es un gran músico, que me acompaña en la obra.

–¿Por qué elegiste el camarín?

—Un camarín es un mundo aparte para la gente de teatro, de verdad, es un mundo aparte al cual yo, lo dejo como una casa, lo aprendí y digamos, la obra, o el espectáculo creo que es muy tierno.

—Dijiste la palabra tierno, uno ve la imagen que están utilizando para ­promocionarlo y uno ve eso, como ­ternura, ¿sos de mirarte con ternura? ¿Cómo es esto de repasar la vida y tener ternura con uno mismo ­también?

—Yo tengo mucha ternura cuando me recuerdo a través de las historias vividas mías antes, y de mi padre, mi abuelo, yo soy tierno, muy tierno, no sé si muy tierno conmigo, porque no sé si todos los creativos son mejores o son peores, pero sí tenemos fantasmas, duendes, bichos en la cabeza que te revolotean todo el tiempo, eso no es tierno. Pero bueno, yo sí soy tierno, que no sea tierno conmigo de golpe por mi personalidad no significa que no lo sea, este espectáculo habla de una forma mía de verdad que es tierna. Yo creo que soy tierno con mis actores, no te dicen que difícil, es experto, es insoportable, no se puede, no, sí se puede trabajar muy bien, pero hay respetar horarios, ensayar y prepararte. Soy tierno, pero no soy tierno con los pelotu... Soy tierno con los comprometidos, porque si tuvimos un problema y hay explicación, ya está, no hace falta más, ahora, si vos todos los días entras 40 minutos más tarde, obviamente ese es el cajón. Yo creo que la ternura está justamente en eso, en entenderte, porque si me caes bien, sos bárbaro, si me lo estás explicando es porque te pasó algo, porque te creo, igual yo no soporto la tontería, no soporto un compromiso no asumido cuando a nadie te obliga, y creo que tiene que ver con la ternura, la profesión, la lucha, el darles la vivencia que tengo a ultranza, y eso es lo que quiero.

—¿Por qué elegiste sábados y domingos para hacer Pepe con Pepe?

¿No tenés ganas de descansar el fin de semana?

—En el teatro los buenos días son los fines de semana, entonces, mirá, el lunes tengo seminario en Buenos Aires, divino, en El Cubo, que está llenísimo y me encanta, y los miércoles y jueves doy en Escobar. Además, a fin de año hacemos obras, como el año pasado con El jorobado de París, porque el año pasado hicimos Drácula con toda la historia original, fue impresionante. Hay gente muy talentosa en mi país.

—¿Cómo sigue este año de trabajo, además del estreno del unipersonal?

—En julio voy a estrenar otra obra que se llama Papá Noel, una mamá, que es una obra con cinco personajes, serán cinco figuras, una de esas siete o seis figuras soy yo, y es una obra muy tierna, simpáticamente fuerte, es una lectura muy especial, muy bella, y tengo un gran productor que es Daniel Macón. Yo tuve tres productores en mi vida fundamentales: mis padres, Tito Lectoure, y Daniel Macón, porque fueron ­generosos, fueron confiados, no dudaron, me entregaron, entonces eso para mí ha sido un privilegio de la vida, un privilegio.

—¿Por qué elegiste Timbre 4 para Pepe con Pepe?

—La vida me ha dado la posibilidad y el privilegio de llenar estadios, pero eso es una parte de la vida, no me hace mejor, no es que mejoro, Drácula no es mejor espectáculo por tener todo lo que tiene que uno que esté en un teatro sótano, en el off, y a esta altura de mi vida tengo que estar tranquilo. O sea, a lo mejor no va nadie o a lo mejor se llena.

A Claudio Tolcahir le tengo un gran afecto, un gran respeto mutuo, hablamos del tema, a mí me encantó la idea de hacerlo allí, yo no conozco tanto de estos lugares, lamentablemente soy tonto, debería ir más pero bueno, mi trabajo, mi vida, es difícil salir de mi casa, entonces me pareció que era el lugar ideal, no lo sé, me pegó, me y yo quiero vivir también de esto, lo hago, pero yo quiero que vaya bien soy un privilegiado absoluto, más que mis padres, mucho más, realmente mucho más. Entonces, este lugar para mí es, entre comillas, un exhaustivo reposo del día de ayer.

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