La tecnología ARNm contra la Covid podría ser la respuesta para la cura del cáncer

Entre las consecuencias positivas que tuvo la pandemia, el desarrollo acelerado de algunas vacunas para combatir la Covid-19 abrió puertas inesperadas. En medio de esos avances, los especialistas califican como revolucionaria la tecnología del ARN mensajero (ARNm) sintético. Utilizado por compañías como Pfizer-BioNtech y Moderna para crear sus sueros, los médicos ya se encuentran utilizando ese mismo método para el tratamiento de otras enfermedades como el cáncer.

La mayor parte de las vacunas trabajan con la inoculación de un virus debilitado para que nuestro sistema inmune produzca anticuerpos. Sin embargo, las vacunas que utilizan el ARNm (también llamadas “génicas”) buscan que el propio organismo genere una proteína del virus sin necesidad de inyectarlo. El principio fundamental de la tecnología de ARNm es diseñar y administrar un antígeno a las células con el objetivo de inducir una respuesta inmunitaria.

“El ARN mensajero es una instrucción a la célula; le manda a la célula lo que tiene que hacer”, dice Rubén Artero, experto en genética y académico de la Universidad de Valencia. “Cuando uno tiene eso en la mano, es una herramienta muy poderosa porque puede conseguir que la célula haga lo que a ti te interesa, como es arreglar alteraciones patológicas”, agrega el profesional.

Según apuntan los médicos, para que enfermedades como el cáncer crezcan y se expandan en el cuerpo, el sistema inmunológico debe ignorarlas. Como explica Artero, las células cancerígenas normalmente logran “esconderse”.

“La idea es compensar ese disfraz de las células cancerígenas con una reacción inmunitaria muy potente. Y en eso ayudaría la vacuna de ARNm: para que el propio cuerpo detecte las células que aprenden a esconderse y sobrevivir”, asegura el experto.

A comienzos de este año, científicos del Centro Nacional de Nanociencia y Tecnología de China probaron la eficacia de este tratamiento en ratones con melanoma. Desarrollaron un hidrogel, lo inyectaron bajo la piel de los ratones (para liberar nanopartículas de ARNm) y lograron reprogramar su sistema inmunológico para reducir y prevenir la propagación de los tumores.