Ciencia

Avanza el desarrollo de una vacuna para revertir alergias alimentarias

Un equipo de trabajo de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires trabaja desde 2018 en el proyecto. En diálogo con diario Hoy, Gastón Rizzo precisó detalles del estudio.

En todo el mundo, las alergias alimentarias afectan a 3 de cada 100 adultos y a alrededor de 7 de cada 100 niños. Se trata de “una reacción adversa generada por el sistema inmune frente a una sustancia extraña e inocua llamada alérgeno”, explicó a diario Hoy ­Gastón Rizzo, del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, quien trabaja en el desarrollo de una vacuna para revertir ese tipo de alergias.

Entre las más frecuentes se encuentran la alergia a la leche, huevos, maní, frutos secos, soja, pescado y gluten. “En nuestro caso, estudiamos la alergia a la proteína de leche de vaca (PLV). Las alergias alimentarias no tienen un tratamiento específico, sino que se recomienda evitar el contacto y el consumo del alimento. Sin embargo, con esta estrategia no se corrige el defecto inmunológico. Por otra parte, existe el riesgo del consumo accidental, ya sea por desconocimiento de la composición de ciertos alimentos o por falta del etiquetado adecuado indicando su composición y la presencia de alérgenos alimentarios”, explicó Rizzo.

“Existen dos tipos de respuestas alérgicas: las mediadas por anticuerpos IgE, que son las que ante el contacto con la leche, o cualquier alérgeno de la dieta, el paciente presenta una reacción de forma inmediata como una urticaria, ronchas, hinchazón, vómitos o hasta anafilaxia (que puede llegar a ser mortal), que son las más difíciles de tratar y revertir; y las no mediadas por IgE, en las cuales distintas células pueden dar origen a una reacción tardía asociada con síntomas gastrointestinales, y son alergias que se tratan más fácilmente”, precisó.

Sobre la diferencia entre la alergia y la intolerancia a ciertos alimentos, el investigador dijo que, “en el caso de las alergias, el alimento luego de sucesivas exposiciones genera una respuesta inmune. En tanto, en la intolerancia a los alimentos no se desencadena una respuesta inmune frente al alimento y por lo general presenta síntomas más leves, aunque parecidos a las reacciones alérgicas, y el paciente la resuelve de manera más rápida”.

Ventajas de una vacuna sublingual

El trabajo que desarrollan consiste en “una vacuna terapéutica, es decir, una vacuna que revierte un proceso ya establecido, en lugar de prevenirlo, como ocurre con las vacunas para procesos infecciosos. Esta vacuna se administraría de manera sublingual”, detalló Rizzo, lo que trae “varias ventajas, ya que es una técnica no invasiva, si se la compara con la administración parental, la tradicional, y es de fácil aplicación, ya que no necesitaría de un personal capacitado, sino que se haría de manera doméstica”.

El objetivo de la vacuna es que,frente a la exposición natural al alimento, no se produzcan reacciones alérgicas, de manera que se le puede restituir al paciente una dieta normal.
En breve, los investigadores iniciarán la fase preclínica en animales de experimentación y estiman que en el plazo de dos años esos ensayos pueden estar terminados. Luego de esta fase se analizarán las posibilidades de pasar a un ensayo fase 1 en pacientes. “Para esto necesitamos elaborar un protocolo para su aplicación en pacientes con alergia alimentaria, definir en qué pacientes se aplicará, seguir una serie de pasos regulatorios y conseguir financiación que nos permita su ejecución”, concluyó Rizzo.

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