Ciencia

Bernardinelli-Bernstein: el cometa más grande de nuestro tiempo

Las revelaciones apuntan que el megacometa es aproximadamente mil veces más masivo que otros observados, proviene de la lejana Nube de Oort y se acerca progresivamente al Sol.

Poco más de una semana atrás, se dio a conocer la existencia de 2014 UN271: rebautizado como Bernardinelli-Bernstein, se trata del cometa más gi­gantesco que se haya registrado en nuestro tiempo. Los científicos encargados de su hallazgo apuntaron rápidamente que mide entre 100 y 200 kilómetros de diámetro y que proviene de la lejana Nube de Oort: una agrupación de 100.000 millones de cuerpos hechos de roca, hielo y polvo. Las revelaciones indican, entre otras cosas, que es mil veces más masivo que un cometa normal.

Hallado en las afueras de nuestro sistema solar, el megacometa Bernardinelli-Bernstein tiene una órbita extremadamente extensa, lo que implica que ha tardado millones de años en viajar hacia nosotros. Es el cometa más distante en ser descubierto en su entrada a nuestro sistema, lo que le proporcionará a los astrónomos varios años para observar su evolución mientras se aproxima al Sol. A pesar de su tamaño, actualmente se puede adelantar que los aficionados del cielo nocturno necesitarán un gran telescopio amateur para poder observarlo, incluso en su punto más brillante.

A partir de un análisis exhaustivo de los datos del Estudio de Energía Oscura recolectados por la Cámara de Energía Oscura que se encuentra en el Telescopio Víctor M. Blanco de Cerro Tololo (Chile), los astrónomos Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein lograron descubrir la roca. El cometa fue visto por primera vez en 2014 a una distancia de 29 unidades astronómicas (4.000 millones de kilómetros, aproximadamente la distancia de Neptuno), pero en junio de 2021 ya estaba a 20 unidades astronómicas del Sol (3.000 millones de kilómetros, la distancia de Urano al Sol).

Su órbita es perpendicular al plano del sistema solar y puede alcanzar su punto más cercano al Sol en 2031, cuando estará a alrededor de 11 unidades astronómicas de distancia (un poco más que la distancia de Saturno al Sol). “Tenemos el privilegio de haber descubierto quizás el cometa más grande que se haya visto –o al menos más grande que cualquier otro que se haya estudiado– y se ha detectado tempranamente para que las personas lo puedan observar a medida que se acerca”, apuntó Gary Bernstein. “No ha visitado el sistema solar en más de tres millones de años”, dijo.

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