Campeona y subcampeona: las gemelas platenses que hacen podio

Las gemelas Brisa y Celeste Arteaga empezaron a practicar taekwondo cuando faltó la profe de patín. Estaban en el tinglado del club Unión Vecinal y con la clase suspendida se pusieron a ver a su hermano, que hacía artes marciales en otro sector. “Ahí conocimos a Fernanda Garrido, nuestra entrenadora; nos invitó a jugar y nos divirtió más que patín, y desde ahí empezamos a ir a taekwondo. Teníamos 4 años”, contaron las hermanas a diario Hoy.

Brisa y Celeste tienen 13 y son las actuales campeona y subcampeona de taekwondo en sus respectivas categorías, que se conforman según género, peso y cinturón. En 2019, Brisa ganó la medalla de oro en el torneo Nacional de menores, después de haber conseguido la competencia provincial; lo propio hizo Celeste, que el mismo año compitió en el torneo Nacional de adultos y se quedó con la medalla de plata. “A pesar de ser gemelas iguales, tenemos una diferencia de dos kilos que nos ubica en diferentes categorías. Esos logros nos hicieron sentir felices por todo el entrenamiento y voluntad que ponemos”, explicó Brisa.

Las hermanas Arteaga tienen una ventaja y la aprovechan: “Nos gusta practicar juntas porque nos entendemos. Para entrenar se necesita una pareja, y siempre nos elegimos; nos pegamos fuerte y no nos da lástima”, confesaron cómplices, y agregaron: “También nos enojamos como cualquier hermano”.

La pandemia, que modificó todos los aspectos de la vida de la sociedad, también cambió los hábitos de entrenamiento.“Desde que estamos en pandemia, empezamos a entrenar a diario vía Zoom. Y los sábados, los profes agregan algún campus en algún lugar del mundo para participar y nos encanta.

Conocimos mucha gente de distintos países, todos unidos por un mismo deporte con un único idioma. No importa si son rusos, chinos, yanquis, portugueses o alemanes, entrenamos todos juntos por esta pasión como si fuéramos compañeros”, relataron las taekwondistas.

Antes de la pandemia, las gemelas entrenaban tres horas diarias con su grupo en Unión Vecinal, y junto a Fernanda Garrido y Jeo Baeza, entrenadores y guías: “Somos como una familia”, sintetizaron las chicas. Y a pesar de que a los 6 años probaron deportes como los que hacían el resto de sus amigas, como hockey, handball y gimnasia artística, “ninguno nos llenó como taekwondo”, confesaron. “Cuan­do éramos más chicas, nos costaba cumplir los horarios, a veces no queríamos ir, pero gracias a mi mamá, que siempre nos enseñó a ser responsables, ahora amamos este deporte”, aseguraron.

Si tuvieran que elegir una materia, Brisa se queda con Geografía, y Celeste, con Biología. Pero siempre prefirieron Educación Física: a las gemelas Arteaga les gustan los deportes en general y, si bien antes les “encantaba” patinar, saben que el horizonte de las competencias es exigente: “Siempre hay que pensar que tenemos competencias y no nos podemos lesionar. A veces hay que dejar cosas para cumplir tu sueño”, dicen.

Sin dudas, tantos años de ­entrenamiento dan sus frutos. Entre las destrezas aprendidas, ellas prefieren quedarse particularmente con una: “Algo que te deja este deporte es poder hacer absolutamente todo con los pies: desde abrir la heladera hasta prender la luz o abrir la puerta; incluso parar una pelota de vóley en el cole con una patada de taekwondo”, contaron entre risas.