CIENCIA

China sigue proyectando su misión en Marte

El gigante asiático, que busca convertirse en una potencia en materia espacial, lanzará misiones en el año 2028 para traer a la Tierra muestras de suelo y rocas.

Un equipo de científicos chinos de­sarrolló un modelo atmosférico avanzado y preciso para Marte, bautizado “GoMars”, siendo ésta una herramienta numérica que simula el entorno del planeta rojo. Esto se enmarca en lo que es la tercera misión del programa Tianwen de la Administración Nacional del Espacio de China, que tiene como objetivo realizar varios lanzamientos para el año 2028, trayendo a la Tierra para el 2031 muestras de suelo y rocas marcianas. De esta manera, este proyecto utilizará el modelo previamente mencionado, que en caso de triunfar y resultar exitoso, se adelantaría dos años al plan que tiene trabajando en conjunto a la NASA con la ESA.

El trabajo científico de este modelo fue llevado a cabo por investigadores del Instituto de Física Atmosférica de la Academia China de Ciencias, el Laboratorio Estatal Clave de Simulación Numérica de Ciencias Atmosféricas y Geohidrodinámica, y la Facultad de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Academia de Ciencias de la Universidad de China. Asimismo, el proceso fue liderado por Wang Bin. El propio Bin destacó la importancia del modelo para las misiones futuras, al mismo tiempo que indicó “con la creciente complejidad de las exploraciones a Marte, la demanda de pronósticos meteorológicos marcianos está en aumento”. De esta manera, aseguran que “GoMars” es capaz de simular las temperaturas de la zona de aterrizaje, donde los científicos utilizarán estos datos para diseñar materiales que sean adecuados para construir vehículos exploradores en Marte, que puedan así hacerle frente a las condiciones extremas del clima de este planeta. Según entienden los expertos, esa capacidad facilitará la toma de muestras y todo tipo de actividades exploratorias.

“El ciclo del polvo en Marte es tan importante como el ciclo del agua en la Tierra”, afirmó Wang Bin, que también hizo referencia a que el clima polvoriento tiene un impacto significativo en el aterrizaje, la salida, las comunicaciones, el suministro de energía y en el equipamiento de las sondas marcianas. Es por esto que el equipo de investigación tiene previsto el estudio de fenómenos meteorológicos específicos en Marte, como tormentas de polvo, para apoyar misiones adicionales. Como si fuera poco, estas misiones servirán, entienden desde el gobierno chino, como fundamentales para lo que serán luego las misiones tripuladas que intentarán llevar adelante la próxima década hacia el planeta rojo.

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