Continúa desarrollándose a buen ritmo la Campaña Antártica de Verano

El rompehielos Almirante Irízar completó el abastecimiento de la base más austral del país en el Continente Blanco.

La Campaña Antártica de Verano, que tiene como protagonista al rompehielos ARA Almirante Irízar, sigue desa­rrollándose tal cual lo planeado. En las últimas horas, la embarcación logró completar el abastecimiento y el relevo del personal de la base Belgrano II, la más austral de las bases argentinas en la Antártida. Estas tareas, que demoraron un total de ocho días, se llevaron adelante en la segunda etapa de esta campaña.

Durante esas jornadas dos helicópteros SeaKing, que forman parte de la dotación del buque, debieron trasladar cargas y personal en vuelos constantes para cubrir cerca de 20 kilómetros de distancia entre la base y el punto en el que el rompehielos embicó sobre el mar congelado. Inaugurada el 5 de febrero de 1979, la Base Antártica Conjunta Belgrano II se encuentra sobre el nunatak Bertrab en la bahía Vahsel, al sur del Mar de Weddell, situada aproximadamente a 1.300 kilómetros del Polo Sur.

En esta estación funciona el laboratorio científico Belgrano, perteneciente al Instituto Antártico Argentino, donde se llevan a cabo estudios de ozono, magnetismo, meteorología, glaciología, biología terrestre, geodesia y sismología. Entre las cargas desplegadas en esta base se encuentra el nuevo refugio Doctor René Favaloro, que será instalado a 450 kilómetros de Belgrano II sobre un afloramiento rocoso que emerge del hielo para funcionar como punto de apoyo logístico, que además pueda proporcionar un refugio seguro y bien abastecido para hasta cuatro científicos. Su fecha estimada de instalación es de septiembre de este año.

Además, la base cuenta con un proyecto de hidroponía, inaugurando así una nueva era en la producción de alimentos en un lugar muy austral. Con la capacidad de proporcionar alimentos frescos y nutritivos en un plazo de un mes, utilizando la energía solar en un espacio reducido, la hidroponía representa un avance crucial en la autonomía alimentaria de la base. Esta iniciativa se suma a la de otras bases antárticas que ya cuentan con este sistema pionero como Marambio y Esperanza.

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