CULTURA

Marie Curie y el dolor más atroz

Marie Curie y su marido fueron dos de los mayores físicos del siglo XX.

Hacía tres años le habían conferido el Premio Nobel de Física junto a su esposa, Marie Curie. Esa mañana del 19 de abril de 1906, salió como siempre de su casa, temprano, pero al cruzar la calle Dauphine, un coche de caballos lo atropelló y quedó tendido sobre la calle, sin vida.

La muy cerebral Marie Curie recibió la noticia con aparente serenidad, pero guardó en su casa la ropa ensangrentada y salpicada de trozos del cerebro de su marido que le devolvieron con su cadáver. Guardó las prendas en el armario, incapaz de deshacerse de aquellas últimas señales orgánicas de su esposo. Le pidió a su hermana meses después que la quemara porque ella no tenía valor, pero aun así intentó conservar el pañuelo manchado con su sangre, que tuvieron que arrancarle de entre las manos.

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